
Presa que se había cambiado de género hizo lo peor a siete compañeras; tienen sífilis
Gabriela Nahir Fernández, detenida en una cárcel, irá a juicio acusada de abusar a siete reclusas y contagiarles una enfermedad de transmisión.

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El caso de Gabriela Nahir Fernández, una presa trans de 34 años, será llevado a juicio en Córdoba tras las graves acusaciones en su contra por abusos a otras detenidas dentro del penal de mujeres.
La decisión fue confirmada por el fiscal Juan Ávila Echenique, quien presentó los cargos con un agravante clave: Fernández sabía que era portadora de una enfermedad de transmisión sexual al momento de los hechos.
La historia de Fernández dentro del sistema carcelario argentino comenzó en 2016, cuando ingresó al penal de Bouwer como Gabriel Fernández, cumpliendo una condena de tres años de prisión. Dos años después, tras declarar que se autopercibía mujer, fue trasladada a la cárcel de mujeres en diciembre de 2018. Desde entonces, su situación judicial tomó un rumbo inesperado.
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Las investigaciones apuntan a que Fernández abusó de siete reclusas, lo que la convierte en la principal acusada. Según el expediente, durante esos episodios también habría contagiado a las víctimas con sífilis.
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El fiscal la señaló como probable autora de abuso sexual simple reiterado en concurso real con abuso gravemente ultrajante continuado, agravado por ser portadora de una enfermedad de transmisión sexual grave.
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El expediente judicial no solo apunta contra Fernández. Dos reclusas más, Rocío Belén Montoya (26 años) e Ingrid Roxana Florindo (42 años), fueron señaladas como probables coautoras de uno de los abusos.
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De acuerdo con la investigación, habrían participado junto con Fernández en el ataque a una de las víctimas, utilizando además objetos análogos, lo que agrava la acusación.
El fiscal también sumó la imputación por “uso de arma en grado de tentativa”, lo que endurece aún más el panorama judicial de las acusadas. Como medida preventiva, Fernández fue trasladada a un pabellón de aislamiento dentro de la misma cárcel femenina, a la espera del juicio.