Como si se tratara de una película de terror, el horror se apoderó de la tranquila ciudad de Tallahassee, Florida, cuando Earleen Tucker, una mujer de 58 años, fue descubierta en una escena macabra afuera de su casa. Totalmente desnuda, se encontraba parada sobre lo que parecía ser el corazón de su madre, a quien acababa de asesinar.
El perturbador hallazgo se produjo en Hartsfield Way, luego de que vecinos alarmados alertaran a las autoridades sobre la presencia de Tucker sin ropa frente a su vivienda.
Los oficiales del Departamento de Policía de Tallahassee respondieron al llamado y encontraron a Tucker en el lugar indicado.
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Al ser escoltada al interior de la casa, los oficiales se encontraron con el cuerpo sin vida de Lucille Tucker, la madre de Earleen, en su habitación. Lucille presentaba una herida en el pecho, y cerca de ella, en el suelo, se encontraba lo que se determinó como la mayor parte de un corazón humano.
Earleen Tucker, en un estado de aparente confusión, expresó a los agentes la necesidad de ser llevada a la comisaría, admitiendo haber cometido un grave crimen sin dar más detalles al respecto. Más tarde, se descubrió que había rastros de sangre en varios lugares de la casa, incluido un cuchillo encontrado cerca de la escena del crimen.
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Durante su interrogatorio, Tucker hizo comentarios sobre haber matado a su madre, alegando motivos relacionados con problemas personales y mencionando que cortó el corazón de Lucille para "inspeccionarlo". Familiares de Earleen informaron a la policía que ella había estado cuidando a su madre, quien había enfrentado problemas de salud, y que la acusada tenía antecedentes de problemas de salud mental.
Earleen Tucker, quien se encuentra detenida sin derecho a fianza en el Centro de Detención del Condado de Leon, se declaró no culpable. Además, el tribunal ordenó una evaluación psicológica para determinar su competencia para enfrentar un juicio.
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