Un terrible hecho opaca cada mes de octubre y regresa a la memoria de Adriana García, luego de que sus dos hijos, de dos y cuatro años, fueran vilmente asesinados por su propio padre, como venganza por la separación. Una sorpresa de cumpleaños fue la cruel advertencia del asesino.
Los hechos ocurrieron en octubre del año 2000, justo el fin de semana del Día de la madre y dos días antes del cumpleaños de Adriana. Fue un asesinato que aún ronda en los medios de comunicación y que se revive cada octubre en la historia de Mar del Plata, Argentina.
La mujer había decidido dar por terminada su relación con Ariel Bualo pero, por ley, los hijos que tenía en común debían seguir compartiendo tiempo con ambos.
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La madre de los pequeños se opuso a la decisión y, ante la impotencia de no poder apartarlos del hombre, optó por pedir que las visitas fuera vigiladas para proteger la integridad y vida de sus pequeños; sin embargo, sus argumentos fueron insuficientes para que la ley evitara que el hombre se los llevara.
Se llegó el fin de semana del Día de la Madre, que se celebra en Argentina el tercer domingo de octubre. Por esos días le correspondía a Ariel compartir con los niños.
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Cuando su expareja se llevó a los niños, le hizo un anuncio que a la mujer: “los chicos te van a dar una sorpresa para tu cumpleaños”, dijo el hombre, dos días antes del cumpleaños de Adriana.
La sorpresa resultó ser una despiadada venganza en la que el sujeto degolló a sus dos hijitos. Luego de cometer el crimen se acostó en la cama junto a los cuerpos y al día siguiente dio aviso a las autoridades sobre su propio crimen.
Los psiquiatras y especialistas que se encargaron de este caso calificaron al hombre como “un monstruo, psicópata y perverso”.
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El hombre paga actualmente una condena de prisión perpetua por los hechos en que aún generan indignación en Argentina, más aún tras conocerse que la mujer instauró seis denuncias previas alertando el riesgo que corrían sus hijos con el padre.
Un día después del asesinato de los menores de edad llegó la notificación de la Fiscalía Nº 4 de Mar del Plata informando que sus denuncias fueron archivadas porque “no había elementos suficientes para probar el riesgo que corrían los niños”.