Recibió un llamado urgente. Su madre estaba grave en Jujuy (norte de Argentina) y obtuvo permiso para abandonar el submarino en un puerto intermedio del viaje, Ushuaia. Al llegar a destino supo de la tragedia del "ARA San Juan". Se había salvado, su madre también.
A diez días de una búsqueda infructuosa de sus 44 compañeros en el fondo del Atlántico Sur, su historia aflora y eriza la piel.
"Es cierto que había un número 45, que inicialmente había embarcado en Mar del Plata pero desembarcó en Ushuaia por problemas personales de enfermedad de su madre", explicó este sábado el portavoz de la Armada Argentina, capitán de navío Enrique Balbi.
Lo hizo al ratificar que "no hay dudas que en la tripulación fueron 44", entre ellos una mujer, la primera submarinista de Sudamérica.
¿Cómo se salvo?
El "tripulante 45" voló desde el extremo austral argentino a la provincia más al norte del país angustiado por su madre , hospitalizada de urgencia.
Despidió a sus compañeros en Ushuaia sin saber que iba a ser, quizás, la última vez que los viera con vida. Entre ellos ocho coprovincianos, según confirmó el gobierno de Jujuy.
Se presume que una explosión los hundió y los buscan naves de 13 países a 1.000 metros de profundidad.