
La tarde de este miércoles 14 de mayo fue escenario de una intensa jornada legislativa en el Senado de Colombia, donde dos iniciativas claves del presidente Gustavo Petro, reforma laboral y consulta popular,enfrentaron destinos opuestos.
Mientras la reforma laboral, que había sido archivada previamente, logró revivir con una sorpresiva votación, la consulta popular impulsada por el Gobierno fue rechazada, quedando definitivamente descartada por una estrecha diferencia de dos votos.
El ambiente en el Congreso fue tenso y polarizado. La sesión plenaria se extendió durante siete horas y estuvo marcada por enfrentamientos verbales, acusaciones cruzadas y decisiones inesperadas.
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Aunque la Comisión Séptima del Senado había enterrado la reforma laboral semanas atrás, una apelación respaldada por sectores del oficialismo y, de manera sorpresiva, por algunos miembros de la oposición, permitió que el proyecto regresara a trámite legislativo.
Sin embargo, esta maniobra política fue vista por algunos como una estrategia para desinflar el impulso de la consulta popular, una herramienta que el presidente Petro propuso como plan B tras el revés sufrido por su reforma en la Comisión Séptima.

Al revivir la reforma, varios sectores consideraron que ya no había necesidad de recurrir a la consulta, debilitando así su justificación ante el Senado.
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Pocos minutos después de revivir la reforma laboral, el senador Efraín Cepeda, quien presidía la sesión, puso a consideración la consulta popular. El resultado fue un rotundo no, no logró el respaldo necesario y quedó archivada.
Aunque el regreso de la reforma laboral fue un triunfo parcial para el Gobierno, Benedetti mostró escepticismo sobre su futuro. Recordó que el plazo para aprobar leyes en la actual legislatura se agota el 20 de junio, y advirtió que el tiempo es insuficiente para tramitar una iniciativa tan compleja, incluso si se convocaran sesiones extraordinarias.
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¿Qué es la consulta popular en Colombia?
La consulta popular es un mecanismo de participación ciudadana consagrado en la Constitución colombiana. Permite al presidente o a los mandatarios locales preguntar a los ciudadanos sobre temas de especial trascendencia nacional o regional.
Lo anterior siempre y cuando la Corte Constitucional apruebe la legalidad de la pregunta y el Congreso autorice la convocatoria.

Para que una consulta popular sea válida, debe contar con una participación de al menos el 25 % del censo electoral y una mayoría del “sí” o del “no”, según sea el caso.
En el contexto actual, el presidente Petro buscaba utilizar este mecanismo para preguntar a los colombianos si respaldaban su agenda de reformas sociales, incluida la laboral.
Con el rechazo del Senado, esta vía queda cerrada, al menos por ahora, dejando al Gobierno con menos herramientas para impulsar su proyecto de reforma.
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