Un conmovedor mural que buscaba rendir homenaje al senador Miguel Uribe Turbay y a su madre, la periodista Diana Turbay, fue víctima del vandalismo en Bogotá.
La obra, realizada por el artista urbano Emerson Cáceres, más conocido como Cacerolo, fue alterada por manos anónimas que cubrieron los rostros de los homenajeados con ilustraciones de animales.
El acto provocó molestia e indignación en redes sociales, donde los seguidores del artista alzaron la voz en defensa del arte y la memoria.
Ubicado en Suba, frente a la estación de Rionegro, el mural había sido creado semanas después del atentado contra el senador, ocurrido el 7 de junio durante un acto público en Modelia.
Desde entonces, Miguel Uribe permanece en estado delicado y bajo cuidado médico. El artista, conmovido por la historia y deseando enviar un mensaje de aliento, plasmó una imagen acompañada de las palabras: “El amor nos da vida”.
La obra fue bien recibida por la comunidad, convirtiéndose en un símbolo de solidaridad. Sin embargo, todo cambió cuando Cacerolo publicó en sus redes que el mural había sido intervenido por otros artistas urbanos.
“Así dejaron los artistas urbanos mi mural homenaje a Diana Turbay y su hijo Miguel”, escribió con tono irónico. La imagen mostraba los rostros tapados por animales, en una acción que muchos calificaron como una falta de respeto.
Indignación por vandalismo al mural de Miguel Uribe y su mamá
La reacción del público no se hizo esperar. Mensajes como “Qué pesar que no respetan nada” o “Tu obra es hermosa, tu mensaje se entendió” inundaron el perfil del artista.
Para muchos, más que una intervención artística, se trató de un acto insensible frente a una familia atravesando un momento crítico. La pieza, que pretendía ser un llamado a la paz, terminó siendo el centro de un nuevo debate sobre la convivencia en el espacio público.
El autor del mural explicó en entrevistas que su motivación iba más allá del arte político. “Tengo una hija de 5 años, y esta historia me sacudió muchísimo”, confesó a CityTV.
Su objetivo era enviar un mensaje de unión frente a la violencia que persiste en el país. Por eso, el impacto de ver su obra alterada fue profundo. La indignación se expandió especialmente entre quienes consideran que el arte callejero también debe ser respetado cuando tiene fines sociales o conmemorativos.
Mientras tanto, la familia del senador continúa atravesando momentos difíciles. Su esposa, María Claudia Tarazona, informó recientemente que Miguel Uribe fue sometido a un nuevo procedimiento médico. Agradeció al equipo de salud y pidió a los colombianos mantenerlo en sus oraciones. “Gracias infinitas desde el fondo de mi corazón por sus oraciones. Miguel salió bien del procedimiento”, escribió en sus redes sociales.
Investigación sigue en curso tras atentado a Miguel Uribe
A la par de los mensajes de apoyo y el debate por el mural, la justicia continúa su camino. El vicefiscal Alfonso Gutiérrez informó que el caso sigue bajo investigación, con avances importantes aunque sin revelar detalles por tratarse de un asunto delicado. La captura más relevante hasta ahora ha sido la de Elder José Arteaga, alias “el Costeño”, señalado como el autor intelectual del atentado contra el senador.
El mural, aunque ahora vandalizado, permanece como un símbolo de lo que representa Miguel Uribe para muchos: una voz joven en la política que ha enfrentado la violencia de forma directa. Cacerolo, por su parte, no descarta volver a intervenir la pared para devolverle su mensaje original. “El arte también sana, y aunque lo dañen, la intención queda en el corazón de quienes lo vieron”, concluyó.
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