Cuando te acercas a una gasolinera para llenar el tanque, tu mente suele estar en el combustible, el precio o el siguiente destino. Pocas veces imaginas que ese momento de rutina podría convertirte en la próxima víctima de una estafa.

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Las autoridades francesas han encendido las alarmas ante una ingeniosa modalidad de fraude que se propaga rápidamente, aprovechándose de la confianza y la distracción de los conductores.

Este nuevo modus operandi se aleja de las escenas de película con armas o pasamontañas. Aquí, la clave es la "falsa normalidad". Los estafadores operan con una astucia particular: se acercan a potenciales víctimas en la gasolinera, simulando una situación de apuro.

Alegan que necesitan repostar, pero que, por algún motivo, no pueden pagar con tarjeta y no tienen efectivo para el surtidor. Su propuesta parece inofensiva: te ofrecen un billete a cambio de que les pagues el combustible con tu tarjeta.

Lo que parece un simple gesto de solidaridad entre conductores se transforma en una amarga estafa cuando la víctima descubre que el billete recibido es falso.

Según informa el medio local Les Activateurs, esta técnica ha causado estragos en Francia, registrando cerca de 3.000 casos desde el pasado mes de enero. Una cifra preocupante que podría indicar la llegada de un nuevo peligro a las estaciones de servicio más allá de las fronteras.

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Pero la estafa del billete falso no es la única artimaña empleada por estos delincuentes. Las autoridades advierten sobre otras técnicas igual de astutas, que van desde:

• Intimidación directa: Aunque menos común en esta ola, puede incluir amenazas físicas para coaccionar a la víctima.
• Dispositivos de skimming: La instalación de aparatos en los surtidores para clonar la banda magnética de las tarjetas bancarias y robar datos.
• Falsas promociones de carburante: Engaños que prometen descuentos irreales para atraer a los conductores y luego manipular el pago.

El nexo común de todos estos casos es la vulnerabilidad del momento. Los infractores aprovechan la rutina y la confianza de los conductores mientras reponen combustible, un momento en el que la guardia suele estar baja.

Medidas de Protección para no caer en estafas en bombas de gasolina

Ante la proliferación de estos delitos, que repuntan especialmente en periodos vacacionales, la Gendarmería Nacional francesa ha intensificado las patrullas en las zonas más afectadas y ha lanzado campañas de sensibilización.

Para evitar ser una víctima más, estas son las recomendaciones clave:

1. Verifica el terminal de pago: Antes de introducir tu tarjeta, revisa minuciosamente el surtidor. Si notas irregularidades, como piezas sueltas, cables extraños o cualquier elemento que no parezca original, desconfía.
2. Elige surtidores vigilados: Si es posible, opta por las bombas que estén más cerca del personal de la gasolinera o que se encuentren bajo videovigilancia. La presencia de cámaras o empleados puede disuadir a los estafadores.
3. Monitorea tus movimientos bancarios: Revisa tus extractos bancarios regularmente para detectar cualquier cargo no reconocido. Si tu tarjeta fue clonada, una acción rápida puede ayudarte a limitar el daño.
4. Desconfía de ofertas "irresistibles": Si alguien te ofrece un trato demasiado bueno para ser verdad, como pagar por ellos a cambio de un billete grande, es probable que se trate de un fraude. La solidaridad es valiosa, pero la precaución es vital.
5. Asegura tu vehículo: Si te alejas de tu coche, aunque sea por unos segundos para pagar en la tienda, ciérralo. Esto previene otros tipos de robos o manipulaciones.

La "estafa de las gasolineras" es un recordatorio de que la delincuencia evoluciona y se adapta. Aunque no haya armas de fuego, la "falsa normalidad" es una herramienta igual de peligrosa. Estar informado y mantener la guardia alta son nuestras mejores defensas contra estos astutos engaños.

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