En un episodio del podcast 'Los hombres sí lloran', conducido por el actor Juan Pablo Raba, Natalia Ponce de León ha desenterrado los detalles más oscuros de su pasado, revelando cómo conoció a Jhonatan Vega, el hombre que la atacó con ácido en 2014. En una conversación personal, Ponce de León compartió momentos cruciales y advertencias que marcaron el inicio de una tragedia personal.Natalia, quien ahora es conocida por su lucha contra la violencia de género, recuerda sus años de juventud como un período de fiestas y diversión desenfrenada. A los 18 años, se encontró con Vega en una fiesta, un encuentro que parecía trivial pero que pronto se revelaría como el inicio de una pesadilla. “Mi novio de aquel entonces me había advertido sobre él, diciendo que era una persona problemática con un pasado oscuro,” cuenta Natalia. Este aviso no impidió el encuentro, y pronto se vería atrapada en una espiral de hostigamiento.Vega, descrito por Ponce de León como un individuo con antecedentes oscuros, la acosó constantemente, lo que culminó en un ataque brutal que le dejó lesiones permanentes. Natalia revela que su conocimiento sobre Vega se amplió significativamente gracias al libro de Martha Zoto, que explora la vida del agresor. “Al leer el libro, entendí que la vida de Jhonatan estaba llena de sufrimiento y abandono, factores que podrían haber influido en su comportamiento,” explica Natalia.El podcast también ahonda en cómo la vida de Ponce de León, marcada por una adolescencia de excesos y rebeldía, se cruzó con la de Vega. “Siempre fui muy fiestera y rebelde. Durante esos años, era común para mí asistir a fiestas con música electrónica y otras distracciones,” recuerda. Sin embargo, nada de esto pudo prever el tormento que se avecinaba.Natalia también reflexiona sobre las características del agresor, diferenciando entre la locura y la malicia. “Hay una gran diferencia entre estar loco y ser malintencionado. Jhonatan tiene su propia historia de locura,” concluye. Esta perspectiva añade una capa de comprensión a la compleja realidad del atacante, aunque nunca justifica el acto de violencia.Mira también: Hallan cuerpo dentro de una maleta al norte de Bogotá
Natalia Ponce de León se ha convertido en una mujer que inspira una gran admiración debido a su gran fortalecimiento a pesar de las lesiones físicas y emocionales que ha tenido que afrontar, esto después de que un hombre le quemara su rostro, entre otras partes de su cuerpo; sin embargo, hace poco causó gran conmoción al compartir imagenes antes de la tragedia.Su trágico momento ocurrió a inicios del 2014, cuando Jonathan Vega le lanzó un compuesto líquido que cayó en su rostro, cuello y brazos como forma de venganza, pues se presumió que sentía gran impotencia al sentir el rechazo de Natalia, quien no quería tener una relación sentimental con el hombre por reservadas razones.Sin embargo, allí giró la vida de la bogotana de una manera impactante, pues su proceso de recuperación fue complicado, incluyendo su proceso de aceptación, pues se diagnosticó que un 37% de su rostro resultó afectado y tuvo que someterse a un aproximado de 37 cirugías plásticas de reconstrucción.A pesar de esto, Natalia demostró su fortaleza y comenzó a incurrir en un nuevo mundo en el que apoyaba y reprochaba todos los actos en los que la violencia estuviera de por medio. De tal forma, ha asistido a diversas charlas en las que ha involucrado sus experiencias personales como una forma de concientizar y explicar las maneras o procedimientos de actuación ante un ataque químico.A través de sus redes sociales, ha compartido aspectos más cercanos a su vida personal en la que vivía junto a su familia de una manera bastante alegre y emotiva, pues en varias de sus publicaciones ha estado presente la palabra 'resiliencia', mientras explicaba que era lo que la mantenía de pie a pesar de todas las adversidades que hasta el día de hoy sigue experimentando.Finalmente, hace poco reveló una imagen de su rostro antes del ataque químico mientras despedía la vida a su padre con un mensaje bastante emotivo, pues este la acompañó y apoyó por un gran tiempo.Te puede interesar: Cómo conquistar a una colombiana en la primera cita
Con un traje de baño en color negro, ceñido a su cuerpo, Natalia Ponce de León volvió a ser tendencia en las redes luego de mostrar las cicatrices de sus quemaduras por ácido. Esta vez lo hizo sin ningún tapujo y quiso alentar a otras mujeres a sentirse seguras de su cuerpo sin importar los estándares de belleza impuestos por siglos en el mundo. "Hoy las y los quiero invitar a eliminar tantos prejuicios y estereotipos, de belleza, o de roles asignados a nosotras por el hecho de ser mujeres. También las invito amarse, quiéranse cómo son, el amor propio es lo más importante es lo que realmente hará que sean felices y plenas", expresó Natalia en su publicación de Instagram. Cabe recordar que en el 2014, la mujer sufrió un ataque de ácido en la portería de su apartamento en Soacha, Cundinamarca, a manos de Jonathan Vega, un exnovio que estaba obsesionado con ella. "Espero que también aprendan a perdonar a los demás por ustedes y a ustedes mismas cuando se han causado daño o han permitido que alguien más se los cause", agregó en el comunicado Ponce de León. Por ahora, Natalia sigue siendo una mujer líder que sirve de ejemplo de superación y de amor propio, no solo a nivel nacional sino internacional.
Con motivo de una campaña en la que la idea es resaltar el valor de la mujer y aceptarse tal y como es, varias famosas, entre ellas Natalia Ponce de León, aceptaron ser la portada. En las imágenes salen posando en traje de baño mostrando con orgullo sus virtudes y defectos. Natalia posteó una de las fotos y agregó un mensaje que inspiró a sus 260 mil seguidores. “Amor propio es la clave, nunca he sentido complejo de mis cicatrices. Al contrario, me siento orgullosa. Esta no es mi lucha, es la lucha de todos, porque mañana esta puede ser la historia de su hijo o de su hija o la suya misma”, escribió. En la publicación lo que le sobraron fueron elogios por lo hermosa que sale y por lo valiente e inspiradora que ha sido.
“Valiente”, “ejemplo de mujer”, “guerrera” y muchos más mensajes de este tipo recibió Natalia Ponce en su más reciente publicación. La joven compartió una imagen en vestido de baño y a esta le añadió un mensaje que ha sido motivo de inspiración para sus seguidores. “Más viva que nunca y agradecida por existir. Gracias infinitas al universo”, escribió la activista. La instantánea fue tomada en el viaje que hizo la activista en la Isla Múcura. Cabe resaltar que Natalia fue víctima de un ataque de ácido en el año 2014 y después de su accidente se ha mostrado como una mujer luchadora, con ganas de salir adelante y ha sido ejemplo y ayuda para otras personas que han pasado por la misma situación.
“Gritaba como una loca, estaba sintiendo cómo se derretía mi ropa, se me caía la piel, perdía la vista. Mi familia me trasladó a la Clínica Reina Sofía, ahí no estaban preparados para atender este tipo de heridas, me metieron a una ducha, estuve esperando mucho tiempo mientras me trasladaban al Hospital Simón Bolívar. El ácido se me metió en la piel, ahora creo que pudieron salvar gran parte de mi cuerpo”. Luego de que el pasado 12 de agosto un juez penal del circuito con funciones de conocimiento determinara que Jonathan Vega no es inimputable y lo declarara penalmente responsable por atacar con ácido a Natalia Ponce de León, este jueves se dictó sentencia condenatoria en su contra de 21 años de reclusión en centro carcelario. En la audiencia, en el complejo judicial de Paloquemao, se conoció la sentencia a Vega por el delito de homicidio agravado en modalidad tentativa, cerrando así la última etapa de un largo proceso que inició el 27 de marzo de 2014, frente a la vivienda de Natalia Ponce, en el sector de Cedritos, norte de Bogotá. La misma Ponce de León narró en el pasado cómo transcurrió el día que cambió su vida, detallando que primero recibió una llamada desde la portería del edificio donde vive su madre en que le avisaron que su exnovio Bernardo Londoño la buscaba. "Casi lo hago pasar, pero decidí bajar la basura y luego pasar a la portería. Ahí me encontré con una persona de espaldas y una capucha, le pregunté quién era y me dijo que mi exnovio Bernardo estaba parqueando su carro, luego se volteó y me arrojó un líquido dos veces. Aunque nunca se dejó ver, por su voz lo pude identificar, era claro que se trataba de Jonathan Vega”, detalló la víctima sobre el flagelo que sufrió. Según las autoridades, ese día Jonathan Vega cumplió con un plan ordenado a través del tiempo, tras comprar tres meses antes el ácido con que la atacó. El autor del crimen contempló incluso la compra de un arma de fuego para asesinarla, en palabras del médico psiquiatra Luis Alberto Ramírez, quien evaluó al agresor. En recientes declaraciones ante el juzgado 37 de conocimiento, el experto declaró también que Jonathan Vega estaba drogado y en varias entrevistas él mismo le dijo que contempló asesinar a la mujer. “Él pensó en comprar una pistola y matarla (a Natalia Ponce), pero no fue capaz de comprar el arma. Nos aclara en entrevista del 13 de junio que él compró el ácido para realizar cuadros y después lo usó contra Natalia, químico que fue comprado en diciembre”, manifestó el psiquiatra. Tras el ataque, que tuvo gran repercusión en medios de comunicación, el presidente Juan Manuel Santos anunció una recompensa de hasta 75 millones de pesos a quien facilitara información para dar con el paradero de Vega. La captura del hombre se produjo el 4 de abril del mismo año, según anunció en su momento el Ministerio de Defensa en su cuenta de Twitter. De inmediato Natalia Ponce se convertía en un símbolo de lucha contra la violencia de género, pues mientras varias personas manifestaron su apoyo en el parque El Virrey tras conocerse la aprehensión de Vega, ella salía de la tercera de varias intervenciones quirúrgicas; las quemaduras de la sustancia le provocaron quemaduras en el 24 por ciento de su cuerpo. Natalia pasó de ser víctima a liderar toda una cruzada que buscaba penas más duras para los agresores, recurriendo a los medios de comunicación y el apoyo de personas como ella, víctimas de un flagelo innombrable. La iniciativa tuvo gran acogida y en enero de 2016 Natalia Ponce asistió a la Casa de Nariño a la promulgación de la ley que hoy lleva su nombre, y que protege a quienes sean víctimas de ataques con ácido, agentes químicos o sustancias similares. La promulgación de la ley contó con la participación de varias personalidades, del presidente Juan Manuel Santos, además de la propia Natalia, quien aquel día mostró su rostro por primera vez luego de vivir un segundo infierno en los quirófanos. Con un emotivo discurso que hoy cobra aún más fuerza, Natalia Ponce aseguró que en el renacimiento de su vida quiso dedicar su tiempo a “hacer realidad algo que necesitamos urgente en Colombia: una unidad de atención para quemados acorde a las necesidades de nuestro país”, una tierra ya acostumbrada al dolor del prójimo, indolente a una modalidad de ataque que con el tiempo se ha convertido en paisaje rutinario y que invisibiliza la violencia de género a diario.