Michel de Nôtre-Dame, más conocido como Nostradamus, el famoso astrólogo y alquimista francés del siglo XVI, continúa presente y haciendo historia por un legado intrigante en forma de 'Les Prophéties' (Las profecías), que dejó escrito en 1.555 y que contiene varios anuncios sobre lo que vivirá a el mundo lo largo del tiempo.Con 942 versos que buscan desentrañar el futuro, algunas de sus predicciones se han convertido en hechos concretos, como los ataques del 11 de septiembre, la pandemia del Covid-19 y el ascenso de figuras históricas como Adolf Hitler. Ahora, en los primeros días del año 2024, se especula que la primera profecía del visionario podría haberse cumplido y tiene que ver con un lamentable desastre natural y que ya costó decenas de vidas.Pues las redes sociales se encendieron con especulaciones después del terremoto de magnitud 7,5 que sacudió la costa occidental de Japón el 1 de enero, dejando a su paso una estela de destrucción y muertes.Hasta el momento se han confirmado 55 personas muertas, edificios colapsados y tsunamis de 1 metro de altura; una tragedia que algunos relacionan con uno de los desastres naturales descritos por Nostradamos y por lo cual aseguran que ya se cumplió la primera profecía de 2024.Entre las predicciones para este año, Nostradamus también vaticinó la llegada de un nuevo Papa, una batalla naval, y una hambruna global. Sin embargo, otra que genera atención es la advertencia sobre un empeoramiento significativo del cambio climático: "La tierra seca se resecará más y habrá grandes inundaciones cuando se vea".La interpretación de 'Tierra Seca' como una referencia al cambio climático global también ha ganado terreno, considerando que el 2023 fue oficialmente el año más caluroso registrado, y los expertos advierten que el 2024 podría no ofrecer alivio.Aunque las interpretaciones de las profecías de Nostradamus siempre son subjetivas, la coincidencia entre sus palabras y los eventos actuales no deja de ser asombrosa para aquellos que buscan en la historia pistas sobre el futuro. Por ahora la incertidumbre persiste, pero el supuesto cumplimiento de esta primera profecía plantea preguntas intrigantes sobre el destino que nos aguarda en los próximos meses.Puedes ver: Malabarista urbano: un encuentro de solidaridad y lucha en las calles | De 5 en 5
La tierra volvió a moverse en Colombia la noche de este jueves 21 de noviembre. A las 7:03 p.m., un temblor de magnitud 4,0 fue registrado por el Servicio Geológico Colombiano, con epicentro en el municipio de Tona, en el departamento de Santander. Este movimiento telúrico, aunque de intensidad moderada, fue percibido en varios municipios cercanos, generando una lluvia de comentarios entre los habitantes de la región.Epicentro y alcance del movimiento telúricoEl sismo tuvo su origen en Tona, y se sintió en municipios cercanos: a 12 kilómetros de Santa Bárbara y 18 kilómetros de Floridablanca, otros municipios santandereanos que también sintieron el remezón. La profundidad del temblor, estimada en 182 kilómetros, ayudó a que su impacto se distribuyera ampliamente, pero sin causar mayores daños en la superficie.A pesar de su relativa lejanía, el movimiento no pasó desapercibido para los residentes de Bucaramanga y municipios aledaños, quienes rápidamente recurrieron a las redes sociales para compartir su experiencia. Algunos reportaron haber sentido vibraciones fuertes en edificios altos, mientras que otros mencionaron que el sismo los tomó por sorpresa mientras realizaban actividades cotidianas.Reacciones y balance tras el sismoEl evento no generó mayores afectaciones. Las autoridades locales y organismos de emergencia confirmaron que no hubo pérdidas humanas ni daños significativos en la infraestructura de las zonas afectadas. De igual forma, no se emitieron alertas especiales, aunque se mantiene el monitoreo preventivo de la actividad sísmica en la región.Vale la pena mencionar que el departamento de Santander, ubicado sobre el Nido Sísmico de Bucaramanga, es una de las zonas con mayor actividad tectónica en el país. Este fenómeno natural, aunque inquietante, forma parte del día a día de sus habitantes, quienes están acostumbrados a recibir movimientos telúricos de diferentes magnitudes con relativa frecuencia.
El nombre de Jhon Viáfara es recordado por muchos en Colombia y el mundo del fútbol por sus destacadas participaciones, especialmente cuando fue parte del histórico título de la Copa Libertadores con el Once Caldas en 2004. Sin embargo, su legado deportivo se ha visto opacado por un oscuro capítulo de su vida que lo llevó a ser condenado a 11 años de prisión en Estados Unidos. La pregunta es clara: ¿por qué un exfutbolista exitoso terminó involucrado en actividades ilícitas? La respuesta está en una red de narcotráfico que lo arrastró, y un viejo amigo que lo introdujo en este mundo.'El Papá': El hombre que introdujo a Viáfara al narcotráficoEl vínculo de Viáfara con el narcotráfico no es algo fortuito ni reciente. Según las investigaciones de las autoridades colombianas y estadounidenses, esta relación comenzó por medio de Jaider Díaz Carabalí, conocido como 'El Papá', un hombre que fue amigo de la niñez del futbolista. Ambos crecieron en Robles, un pequeño corregimiento de Jamundí, Valle del Cauca, en donde compartieron su juventud. Sin embargo, mientras Viáfara seguía su camino hacia la fama en el fútbol, Díaz cayó en las redes del narcotráfico y comenzó a operar con carteles mexicanos y centroamericanos, usando su negocio de maquinaria pesada como fachada.La ambición de Viáfara que lo llevó al narcotráficoDíaz, quien se había convertido en un capo del narcotráfico, buscó a su antiguo amigo para que lo ayudara a coordinar envíos de cocaína hacia Estados Unidos. Viáfara, por su parte, no estaba atravesando un buen momento financiero tras su retiro del fútbol y aceptó la oferta de 'El papá', quien le prometió una vida de lujo.Fue entonces cuando el exfutbolista se convirtió en un operador de la red de narcotráfico, coordinando reuniones con narcotraficantes y facilitando el transporte de la droga.La caída y la extradiciónEntre 2016 y 2019, la organización de 'El Papá' fue desmantelada en varios operativos, con incautaciones de cientos de kilos de cocaína. Durante las investigaciones, Viáfara fue identificado como 'El Futbolista', un alias que le fue asignado debido a su reconocimiento público. A pesar de su intento de defenderse alegando que había sido víctima de un montaje, las pruebas en su contra fueron contundentes, y en 2020 fue extraditado a Estados Unidos.Allí, fue condenado por conspiración para importar y distribuir cocaína, recibiendo una sentencia de 11 años de prisión. Mientras su vida se desmoronaba, su antiguo amigo, 'El Papá', eludió la justicia por un tiempo, refugiándose en las montañas del Cauca. No obstante, fue capturado y ahora enfrenta una extradición a Estados Unidos, donde podría encontrarse con Viáfara en algún penal.Puedes ver | Netflix anunció que realizará una docuserie sobre James Rodríguez
Jhon Eduis Viáfara Mina, quien alguna vez brilló en los estadios del mundo y fue clave en la histórica victoria del Once Caldas en la Copa Libertadores de 2004, hoy enfrenta una realidad muy distinta. Desde una prisión en Atlanta, Estados Unidos, cumple una condena de 135 meses tras declararse culpable en noviembre de 2020 de conspiración para importar más de cinco kilogramos de cocaína a territorio estadounidense.Viáfara, conocido por su talento en equipos como América de Cali, Portsmouth de Inglaterra y Real Sociedad en España, dejó una huella imborrable en el fútbol colombiano. Su gol en la final de la Libertadores contra Boca Juniors fue el primero en abrir el camino hacia un título histórico. Sin embargo, la gloria futbolística quedó empañada al ser extraditado en 2019 por cargos relacionados con narcotráfico y concierto para delinquir.Las investigaciones revelaron que, entre 2017 y 2018, Viáfara formó parte de una organización criminal vinculada al envío de cocaína hacia Estados Unidos. Según las autoridades, esta red, que mantenía nexos con el cartel de Sinaloa, utilizaba embarcaciones rápidas y aeronaves para transportar la droga. Durante las operaciones, se incautaron 2.5 toneladas de cocaína, valoradas en cerca de 28 millones de dólares, y se capturaron 20 personas.Un fenómeno recurrenteEl caso de Viáfara no es aislado. La reciente aprobación de la extradición del exfutbolista Rolan de la Cruz por la Corte Suprema de Justicia de Colombia refuerza una triste realidad: algunos ídolos del deporte han terminado involucrados en actividades ilícitas. De la Cruz, quien militó en equipos como Independiente Santa Fe y Deportivo Cali, enfrenta cargos similares en Estados Unidos por ser parte de una red de narcotráfico desde 2016.El traslado de De la Cruz a territorio estadounidense solo espera la firma del presidente Gustavo Petro. Este caso revive las historias de jugadores como Viáfara, quienes pasaron de ser íconos deportivos a protagonistas de crónicas judiciales.Reflexiones desde la cárcelDesde su celda, Viáfara ha compartido reflexiones sobre su caída en entrevistas con medios como La Patria. Reconoce los errores que lo llevaron a perder su libertad y el impacto de sus decisiones en su vida y la de sus seres queridos. A pesar de su situación, su nombre permanece ligado al recuerdo de aquel glorioso Once Caldas que desafió las probabilidades y conquistó América.La historia de Jhon Viáfara es un recordatorio de cómo las malas decisiones pueden transformar radicalmente una vida de éxito, dejando preguntas sobre el entorno y las circunstancias que empujan a figuras públicas hacia caminos oscuros.Mira también: Nelson Velásquez condenado a pagar cárcel
Jhon Viáfara, exfutbolista colombiano, es un claro ejemplo de cómo la fama, la fortuna y las decisiones equivocadas pueden llevar a una persona al abismo. Considerado un ídolo del fútbol, su carrera en equipos como América de Cali, Portsmouth, Southampton y la Real Sociedad estaba llena de logros, pero su nombre hoy está ligado a un escándalo de narcotráfico que cambió su vida para siempre.De ídolo a condena en Estados UnidosDurante su carrera, Viáfara fue un jugador destacado y muy querido, no solo en Colombia, sino en todo el mundo. Participó con la Selección Colombia en dos ediciones de la Copa América, en 2004 y 2007, y dejó una huella importante en cada club donde jugó. Su talento en el campo y su personalidad carismática le aseguraron un lugar en el corazón de los aficionados.Sin embargo, detrás de la imagen pública de éxito, Viáfara se vio involucrado en un mundo oscuro de narcotráfico. A lo largo de los años, se supo que el exjugador había formado parte del Clan del Golfo, una de las organizaciones criminales más poderosas y peligrosas de Colombia, dedicada al tráfico de drogas. Entre 2008 y 2016, Viáfara fue señalado como uno de los miembros activos de este grupo, involucrándose en el tráfico de cocaína hacia Estados Unidos.¿Cuántos años de prisión le esperan a Viáfara?La captura de Viáfara en 2019 en Cali fue solo el comienzo de su caída. Tras ser arrestado, las autoridades colombianas decidieron extraditarlo a Estados Unidos, donde enfrentó cargos por narcotráfico. En 2020, un tribunal estadounidense lo condenó a 11 años de prisión, una sentencia que refleja las graves consecuencias de involucrarse en el crimen organizado. De esta manera, lo que una vez fue una vida de fama y éxitos en el fútbol se convirtió en una prisión en la que paga por sus decisiones.Hoy en día, Viáfara se encuentra cumpliendo su condena en una prisión de Estados Unidos, lejos de los estadios y de la fama que una vez disfrutó. Puedes ver | Netflix anunció que realizará una docuserie sobre James Rodríguez
El exarquero Carlos Bejarano sorprendió en redes sociales al publicar una fotografía de una videollamada con el exfutbolista Jhon Viáfara, recordado por su paso por la Selección Colombia y su título de Copa Libertadores con el Once Caldas en 2004. Esta imagen es la primera aparición pública de Viáfara desde su encarcelamiento en Estados Unidos, donde cumple una condena de 12 años por delitos relacionados con narcotráfico.En la fotografía, Viáfara, con uniforme blanco del sistema penitenciario estadounidense, una gorra gris y una leve sonrisa, aparece conversando con Bejarano. El exarquero acompañó la publicación con el mensaje: “Cuando se es bueno, Dios actúa y hasta el tiempo pasa rápido”. La instantánea, difundida a través de Instagram, rápidamente generó comentarios en apoyo y reflexiones sobre el difícil momento que enfrenta el exjugador.¿Qué pasó con Jhon Viáfara?El caso de Jhon Viáfara ha sido uno de los más sonados en el mundo del deporte colombiano. Luego de retirarse del fútbol, donde brilló en clubes nacionales e internacionales y representó a la Selección Colombia en las Copas América de 2004 y 2007, su vida dio un giro inesperado. En 2019, fue capturado en Colombia por colaborar con un grupo criminal para transportar sustancias ilícitas hacia Estados Unidos. Un año después, fue extraditado y sentenciado.Su condena generó un fuerte impacto, dado que Viáfara no solo era considerado una figura destacada del fútbol colombiano, sino también un modelo a seguir para muchos jóvenes deportistas. Durante su carrera, jugó en equipos ingleses como el Southampton y en España, dejando una huella en el ámbito deportivo.Jhon Viáfara habló de su caso y dijo ser víctimaEn una entrevista de 2022 con el diario La Patria, Viáfara expresó su inconformidad sobre el manejo de su caso. Afirmó haber sido víctima de un montaje y sentirse utilizado como un "trofeo" en la lucha contra el narcotráfico. “Me mostraron como un delincuente, con riquezas que no tenía. Me relacionaron con personas que nunca conocí”, aseguró con tristeza.Estas palabras reflejan el dolor de un hombre que, tras vivir momentos de gloria, enfrentó un drástico cambio en su vida. Aunque ha sido crítico con las autoridades, también ha reconocido que cuenta con el apoyo de quienes lo conocen profundamente y saben quién es realmente.La publicación de Bejarano ha despertado múltiples interpretaciones. Algunos lo ven como un gesto de amistad y fe en la redención de Viáfara, mientras que otros cuestionan la falta de detalles sobre la situación actual del exfutbolista.