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Papás Vs administración, ¿quién paga los vidrios que rompen los niños jugando en un conjunto?

Es frecuente la pregunta entre habitantes de conjuntos residenciales sobre quién debe responder ante un daño ocasionado por un menor de edad.

Consejos prácticos para limpiar vidrios y espejos de forma economía y eficaz
Niño jugando rompe vidrio dentro de conjunto residencial
/Foto: Bing Images

En los conjuntos residenciales, donde las áreas comunes están diseñadas para fomentar la convivencia y el juego de los niños, puede surgir la incómoda situación de enfrentarse a daños accidentales, como vidrios rotos, resultado de juegos y travesuras infantiles. Este tipo de incidentes plantea una pregunta fundamental: ¿quién debe asumir la responsabilidad y el costo de los daños?

La respuesta a esta pregunta puede variar dependiendo de las normativas internas de cada conjunto residencial. Sin embargo, hay algunos principios y prácticas comunes que pueden ayudar a entender mejor la situación.

Responsabilidad de los padres

En la mayoría de los casos, los padres o tutores legales de los niños son considerados responsables de los actos de sus hijos menores de edad. Este principio se basa en la lógica de que los adultos deben supervisar y controlar las actividades de los niños, asegurando que no causen daños a la propiedad ajena. Así, si un niño rompe un vidrio jugando en una área común del conjunto residencial, los padres serían quienes deben cubrir los costos de reparación.

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Esta responsabilidad parental no solo es una cuestión de justicia, sino también de educación. Hacer que los padres paguen por los daños causados por sus hijos les enseña a estos últimos sobre las consecuencias de sus acciones y fomenta un comportamiento más cuidadoso y respetuoso en el futuro.

Normativas del conjunto residencial

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Muchos conjuntos residenciales cuentan con reglamentos internos que especifican las responsabilidades en caso de daños a la propiedad común. Estos reglamentos pueden incluir cláusulas específicas sobre el pago de reparaciones, detallando si los costos deben ser asumidos por los padres del niño responsable, por el conjunto residencial en su conjunto, o por el seguro del lugar, si es que existe uno.

En algunos casos, el conjunto residencial puede tener un fondo de reserva destinado a cubrir reparaciones de daños accidentales en las áreas comunes. Este fondo se nutre de las cuotas mensuales que pagan todos los residentes y puede utilizarse para cubrir los costos de reparaciones menores, como vidrios rotos. Sin embargo, si los incidentes son frecuentes, esto puede llevar a un aumento en las cuotas de mantenimiento, afectando a todos los residentes.

Seguros y coberturas

Otra opción es recurrir al seguro del conjunto residencial, si es que se cuenta con uno. Muchas pólizas de seguro de comunidades cubren daños accidentales en las áreas comunes, incluyendo los causados por niños. No obstante, utilizar el seguro puede implicar el pago de una franquicia y potencialmente un aumento en las primas de la póliza. Además, no todas las pólizas cubren actos negligentes o recurrentes, por lo que es importante revisar los términos del seguro con detenimiento.

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Mediación y acuerdos

Cuando ocurre un daño, una solución efectiva puede ser la mediación entre las partes involucradas. La junta de vecinos o la administración del conjunto residencial pueden facilitar un acuerdo amistoso donde los padres asuman la responsabilidad y el pago de los daños, posiblemente con un plan de pagos si el costo es elevado.

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