
Murciélago entró en la boca de una mujer y ahora debe una fortuna; insólita razón
Erica estaba de paseo cuando un murciélago entró en su boca. Lo que parecía una anécdota terminó en una deuda millonaria.

Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
No es una broma, tampoco una película de terror. Es la historia real de Erica Kahn, una mujer que pasó de estar disfrutando la noche estrellada en el Cañón Glen, en Arizona, a ser protagonista de un caso tan insólito como costoso: un murciélago terminó metiéndose en su boca, y la anécdota se transformó en una factura médica que le tumbó el descanso.
Puedes leer: Cae negocio que vendía carne de burro y caballo en reconocido sector; decían que era res
Erica, ingeniera biomédica de 33 años, estaba de vacaciones junto a su papá cuando todo pasó. La noche estaba perfecta, el cielo despejado, ideal para sacar un par de fotos y relajarse. Pero entre tanta calma, un murciélago apareció de la nada, y sin que ella pudiera reaccionar, ¡zas! El animal terminó parcialmente dentro de su boca.
“Estaba oscuro, no lo vi venir”, dijo después. Ella estaba parada en un acantilado, enfocada en su cámara, sin sospechar que en cuestión de segundos se llevaría una experiencia inolvidable... y una deuda de más de veinte mil dólares.
Puedes leer: Video: encuentran a agricultor dentro de una pitón de ocho metros
La cosa no quedó solo en el susto. Su papá, que además es médico, no dudó en decirle que debía ir a urgencias. Aunque el murciélago no la mordió, el riesgo de contraer rabia era real, y en esos casos no se juega.
Publicidad
El problema: Erica ya no tenía seguro médico. Antes del viaje, había sido despedida de su trabajo y, aunque tenía la opción de seguir pagando mensualmente por su cobertura temporal, decidió no hacerlo. Pensó que nada grave le pasaría mientras encontraba un nuevo empleo. Spoiler: se equivocó.
Después del hecho, decidió contratar un seguro privado por internet. Lo hizo rápido, confiando en que así todo estaría cubierto. Al día siguiente fue al hospital y comenzó el tratamiento preventivo contra la rabia: varias inyecciones, seguimiento médico, más vacunas en las semanas siguientes... Todo lo necesario para prevenir cualquier riesgo.
Publicidad
Pero vino el baldado de agua fría: la póliza que contrató tenía una letra pequeña que no vio. El seguro entraba en vigencia 30 días después de adquirido, y como ella fue al hospital antes de ese período, no le cubrieron ni un centavo.
Resultado: una deuda total de $20.749 dólares, es decir, casi 86 millones de pesos colombianos. Todo por un murciélago despistado que se atravesó en el peor momento posible.