El cantante Silvestre Dangond protagonizó una noche de acordeón este sábado en Medellín en un concierto donde el vallenato retumbó con poder al llevarlo a otro nivel con un show variopinto lleno de nostalgia , romanticismo y sabor.
Entró al escenario subido en un carro Willys para rendirle tributo a la cultura antioqueña y empezar por lo alto el reencuentro en el estadio Atanasio Girardot con un público del que estuvo distanciando, pero le juró que “no va a volver a pasar” cuando entregó la primera descarga del “Ta Malo Tour”.
Estaba preparado para cantarle por horas al silvestrismo, como le llama a la pasión de sus seguidores, quienes vestidos de rojo sellaron un viaje por distintas épocas con un repertorio generoso, con más de 30 canciones y ese desparpajo en el escenario que lo diferencia de otros exponentes del vallenato.
De entrada, Silvestre puso un punto alto abriendo con ‘Bacano’, ‘La pareja del momento’ y ‘Loco paranoico’ para después darle paso a invitados como Iván Calderón y Daniel Calderón, con los que interpretó ‘Música hecha con el alma’.
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El artista de 44 años celebró poder cantarle a Medellín canciones “con mucha verdad” cuando hay “muchas distracciones en el mundo del entretenimiento”, al que llegó hace más de dos décadas con temas que convirtió en éxitos de la mano de grandes acordeoneros con los que volvió a conectar para evocar grandes tiempos y recrear coreografías que hizo muy populares entre sus seguidores.
En medio de efectos especiales de alta gama, pirotecnia y mucha energía, sonaron canciones como ‘Primero fue mía’, de su más reciente álbum ‘Ta Malo’, además de sus hits ‘Por un beso de tu boca’, ‘Ya no me duele más’, ‘La Difunta’, ‘Niégame tres veces’, ‘Cantinero’ y ‘La colegiala’.
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Después de varios cambios de vestuario, como copiloto en este recorrido vallenato tuvo al acordeonero Rolando Ochoa para sacudir el corazón del público, al que llevó al éxtasis cuando saltó al escenario Juancho De La Espriella para eclipsar con su acordeón al revivir una etapa memorable en su carrera, en la que sembró las raíces ‘Dile’ e ‘La Indiferencia .
También hubo tiempo para explorar en las fusiones que le abrieron las puertas de otros países como ‘Cásate conmigo’ y ‘Las locuras mías’, en la que echó mano de un espectáculo circense y fuego para darle entrada al remate del show con el escenario convertido en una cantina, donde también interpretó un mosaico romántico, además de ‘La Vallenata’, que dibuja sus vivencias.
Los temas más aclamados por el silvestrismo fueron los elegidos para bajar el telón de un concierto ante unas 20.000 personas, a las que les cantó por más de dos horas y les correspondió con ‘Me gusta’, ‘Aunque después me duela’ y ‘Blanco y Negro’, matizadas por ‘El vallenato es Silvestre’ y ‘El Silvestrazo’ en un concierto especial, en el que también le alcanzó para unirse con Poncho Zuleta en una noche de acordeón en Medellín.
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