Carolina Cruz Osorio, uno de los rostros más queridos y reconocidos de la televisión colombiana, ha construido una trayectoria sólida desde sus inicios como modelo y virreina nacional de belleza en 1999.
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Actualmente, como parte del equipo de ‘Día a Día’, su presencia en la pantalla chica es sinónimo de profesionalismo y cercanía con el público.
Sin embargo, más allá del brillo de su carrera, Cruz se abrió recientemente sobre uno de los aprendizajes más complejos y transformadores de su vida como figura pública: el arte de la autocensura.
En una conversación profunda en el pódcast ‘Realidades Ocultas’, la presentadora confesó que, si bien "No la silencian", ella ha aprendido a silenciarse a sí misma.
Para Cruz, los momentos difíciles, o “cacharros de la vida”, no son vistos como negativos, sino como experiencias de las que ha aprendido, madurado y crecido en múltiples aspectos.
Como resultado, ha optado por no emitir opiniones públicamente, prefiriendo el silencio ante situaciones que antes la habrían impulsado a reaccionar.
Este nivel de autocontrol no ha sido tarea fácil para alguien que, por naturaleza, siente un fuerte deseo de ayudar y defender a los demás.
“Yo quiero defender a todo el mundo, quiero ayudar a todo el mundo, quiero salvar a todo el planeta”, expresó, admitiendo que este impulso le ha traído desafíos significativos.
Desde los 17 años, Carolina asumió responsabilidades familiares por decisión propia, lo que ha influido en su constante trabajo sobre el "merecimiento" en su vida.
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Esta nueva estrategia de contención es una medida emocional para protegerse, resultado de experiencias complejas vividas al inicio de su carrera.
Para manejar la intensidad de la exposición pública y su propia sensibilidad, Carolina ha adoptado diversas herramientas.
Se apoya en la programación neurolingüística (PNL), la terapia psicológica, y la lectura constante. Trabaja con su psicóloga para comprender que hay situaciones que simplemente debe soltar porque no dependen de ella.
Una de las medidas más claras que ha tomado es evitar ver noticias, ya que reconoce que “todo me afecta profundamente”.
En lugar de caer en la angustia, prefiere reflexionar sobre qué puede hacer desde su posición y soltar aquello que le genere agobio
¿Cómo es la rutina de Carolina Cruz?
Esta disciplina mental se extiende a su rutina diaria, donde el madrugar se ha convertido en un hábito fundamental que le ha transformado la vida.
Carolina Cruz se despierta a las 3:30 de la mañana (o 3:00 a.m. según algunas fuentes) para entrenar, iniciando así una jornada que termina temprano, alrededor de las 8:30 de la noche, una hora en la que ella y sus hijos ya están profundamente dormidos.
Esta disciplina, que aplica a todos los aspectos de su vida –proyectos, compromisos, responsabilidades, su empresa y su trabajo en el canal–, es la clave de su éxito y permanencia en el medio.
Para Cruz, lo más importante es que el desempeño laboral sea impecable y no dé lugar a críticas, un principio que incluso ha compartido con colegas: “de uno pueden decir lo que sea: bonitas, feas, gordas, flacas, queridas, antipáticas, pero que de tu trabajo no tengan nada que decir”.
La transformación de Carolina Cruz es un testimonio de resiliencia y autoconocimiento. Al elegir silenciarse a sí misma en el ámbito público, ha encontrado una forma de proteger su bienestar emocional y mantener la excelencia profesional.
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