El mundo del vallenato aun mantiene vivo en sus corazones a Diomedes Díaz, el 'Cacique de la Junta' y por estos días reviven sus más recordadas anécdotas, faltando tan solo dos días del natalicio del artista este domingo 26 de mayo. A pesar de su muerte, sus fanáticos continúan rindiéndole tributo, convencidos de que desde el más allá,el "Cacique de La Junta" les sigue brindando suerte y milagros, mejorando sus vidas y ayudándoles a ganar algún dinero extra.
Diomedes Díaz dejó un gran legado en el panorama musical vallenato con éxitos como ‘Mi primera cana’, ‘Amarte más no pude’, ‘La Plata’ y ‘El cóndor herido’, entre otras. Estas canciones no solo alegraron las fiestas y los corazones de los colombianos, sino que también catapultaron a Diomedes a la fama internacional, consolidándolo como una figura emblemática del vallenato. La fecha de su cumpleaños, el 26 de mayo, sigue siendo un día de conmemoración y de evocar recuerdos entre sus seguidores.
Sus canciones siguen siendo recordadas y compartidas en redes sociales, y su memoria es perpetuada a través de memes, stickers de WhatsApp y numerosos videos que capturan momentos memorables de su vida y carrera. Uno de estos momentos icónicos es su famosa frase "usted no sea tan sapo, tan lambón, mk", que se ha convertido en parte del folclore popular.
El origen de la frase no sea tan sapo de Diomedes Díaz
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El origen de esta frase se remonta a un concierto en 1996 en el barrio Hipódromo de Barranquilla. Diomedes, quien llegó con retraso al evento, se enfrentó a la impaciencia de sus fanáticos. Un hombre del público, exasperado, le gritó: "¡Hey, Diomedes, déjate de tanta mamadera de gallo y canta, canta, no joda!". Esta intervención molestó al cantante, quien respondió con firmeza que no necesitaba que nadie le dijera cuándo debía empezar su show. Impulsado por su acordeonero, Iván Zuleta, Diomedes lanzó la famosa retahíla que se ha convertido en una de las más recordadas de su carrera.
El hombre al que Diomedes dirigió sus palabras era Eduardo Rodríguez Niebles, un seguidor de su música. A pesar del altercado, años después, Eduardo y Diomedes se reencontraron en otro concierto y lograron limar asperezas. Muy pocos saben que este evento memorable tuvo lugar un sábado de marzo de 1995 en el barrio Hipódromo de Soledad, Atlántico, en un lugar que hoy alberga un supermercado.
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Eduardo Rodríguez Niebles, un conductor residente en el Hipódromo, recuerda claramente aquella noche. "Fui a ese baile porque lo organizaron unos vecinos muy queridos, los hermanos Martínez. Invitaron a todos los de la cuadra y nos regalaron boletas. Yo soy salsero a morir, pero me gusta una que otra canción de Diomedes, grabada en estudio, porque en vivo a mí siempre me ha parecido malo", comentó Eduardo desde la terraza de su casa, años después de aquel suceso, según lo reportado por la cuenta en Facebook Notas del Folclor.
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