El 11 de junio de 1992, la música vallenata se tiñó de luto con la muerte de Rafael Orozco Maestre, vocalista del Binomio de Oro. Aquel día, Rafael estaba en su casa, ubicada al norte de Barranquilla, celebrando una reunión familiar en honor a una de sus hijas. La velada transcurría con normalidad hasta que, alrededor de las 9:40 p.m., tocaron a la puerta.
Los visitantes eran Alfonso Ariza de la Hoz y Francisco Manuel Corena, músicos cercanos a Diomedes Díaz, quienes necesitaban hablar con Orozco. Para no interrumpir la reunión, Rafael decidió atenderlos afuera de la casa. En la conversación, Corena y Ariza solicitaron a Orozco que les prestara unos instrumentos musicales y algo de dinero.
Mientras hablaban, un hombre apareció en el lugar. Sin previo aviso, abrió fuego contra Rafael Orozco desde una distancia de apenas tres metros. De los diez disparos que realizó, nueve impactaron en el cuerpo del cantante: varios en el tórax, uno en la cara, en la espalda y en los glúteos. El artista cayó al suelo y el atacante, en un acto de crueldad, lo volteó con el pie y lo volvió a atacar para asegurarse de que no sobreviviera.
El ruido causado en el momento alarmó a los asistentes de la reunión. Clara Cabello, esposa de Orozco, salió de la casa junto con algunos de los invitados y encontraron a Rafael agonizando en el asfalto. A pesar de los esfuerzos por salvarlo, el líder del Binomio de Oro murió camino a la Clínica del Caribe debido a la gravedad de sus heridas.
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¿Quiénes fueron los culpables de la muerte de Rafael Orozco?
La motivación detrás del asesinato de Orozco sigue siendo un misterio, dando lugar a numerosas teorías y especulaciones. Algunos creen que pudo tratarse de un ajuste de cuentas personales, mientras que otros apuntan a la envidia y los resentimientos generados por su éxito y popularidad. Sin embargo, la verdadera razón detrás de este crimen nunca logró ser totalmente esclarecida.
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Según lo reportado por medios que siguieron todo el proceso judicial, la investigación se extendió por seis años en los que los principales sospechosos fueron los músicos señalados como cómplices por haber sacado de su casa al cantante y también era sospechoso Jorge Navarro Insignares, padre de María Angélica Navarro Ogliastri, la mujer con la que Orozco tendría una relación sentimental extramatrimonial en ese momento. El hombre estuvo detenido por presuntamente haber encubierto el crimen, sin embargo, fue absuelto años después.
Posteriormente autoridades lograron relacionar un arma con los proyectiles que impactaron al cantante. En noviembre de 1992 en Medellín le quitaron la vida a José Reynaldo Fiallo Jácome, quien se hacia pasar como Jorge Alberto Méndez o ‘Nano’, un hombre dedicado a actividades ilícitas que cargaba un arma de fuego Heckler & Koch, calibre 7.65 alemana. La misma con la que atacaron a Rafael.
La relación de esta persona con Orozco se basaba en un triángulo amoroso por María Angélica Navarro. Al parecer Fiallo pretendía a la mujer, pero esta se terminó quedando con Rafael Orozco. Según el juez del caso Fiallo fue el autor intelectual del hecho pero quien habría disparado el arma sería Sergio González, alias ‘Tato’, su guardaespaldas.
En definitiva nadie pagó esta muerte ya que estas personas perdieron la vida en hechos violentos en Medellín y los presuntos cómplices, Ariza y Corena, fueron absueltos en segunda instancia por el Tribunal Superior de Barranquilla, sin embargo, ambos hombres desaparecieron seis meses después de la muerte del cantante vallenato.
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