El museo de Licores de Cundinamarca emerge con historia y sabor en las cercanías de Bogotá, en Cota, desafiando las expectativas convencionales de los museos. Dirigido exclusivamente a adultos.
Este destino turístico ofrece una experiencia inigualable para aquellos que buscan sumergirse en la rica tradición de los licores colombianos.
Desde su fundación hace casi 120 años, la Empresa de Licores de Cundinamarca ha sido un pilar en la identidad nacional, una historia que el gerente de la ELC, Javier Fernando Rubiano, considera crucial para comprender el alma de Colombia.
"Esta es la primera empresa departamental de este tipo que nació en Colombia. Su calidad en la producción fue fundamental, y lo sigue siendo, para que el aguardiente se considere como el licor nacional por excelencia", afirma Rubiano.
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Ubicado estratégicamente en el kilómetro 3.8 de la Autopista Medellín, Vía Siberia, el museo no solo ofrece una mirada retrospectiva a la evolución tecnológica de la destilación, sino que también sirve como un santuario para la cultura colombiana, desde los mitos muiscas hasta los acontecimientos más cruciales de la historia del país.
"Los visitantes realizarán un viaje desde nuestra mitología muisca, pasando por la llegada de la caña de azúcar a América y la gesta de independencia hasta el presente", explicó la Empresa de Licores de Cundinamarca.
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El recorrido por el museo es una odisea a través del tiempo, con exhibiciones que abarcan desde las primeras producciones de aguardiente Néctar y Ron Santa Fe hasta la introducción de innovaciones como tapas de seguridad y envases de tetra pack. "Queremos compartir la historia de la empresa de licores más moderna de Latinoamérica", comentó Rubiano. "Es un símbolo del país y de su historia".
Las piezas históricas, desde planos originales hasta equipos de producción de los años 50, 70 y 90, ofrecen una visión detallada de la trayectoria de la empresa. Además, los visitantes tienen la oportunidad única de degustar algunos de los licores más representativos, completando así su experiencia inolvidable en el museo.
El museo de Licores de Cundinamarca es mucho más que una colección de botellas; es un viaje épico por la historia y el sabor, una invitación a explorar las raíces de la cultura colombiana a través de su licor más emblemático.
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