Un bebé de tan solo 14 días de nacido fue atacado brutalmente por el perro de la familia en más de 20 oportunidades; tres semanas después el niño murió a causa de la gravedad de las heridas.
“Creo que el maldito perro lo atacó. Mi compañera estaba dormida, solo lo escuché llorar (…) Simplemente está sangrando”, declaró el padre del menor.
Pese a que trabajadores sociales de Reino Unido, donde ocurrieron los hechos, ya habían advertido a los padres acerca de la supervisión de los perros, se conoció que el día del ataque la madre dormía en el sillón y el padre se encontraba fuera de la casa fumando; según los expertos, la mascota pudo haber atacado al niño al confundirlo con un juguete.
“Es posible que el perro Dottie lo viera como una presa pequeña o un juguete. Es posible que Dottie haya sido estimulado a un impulso depredador por el llanto o un movimiento de Reuben”, señaló Simon Newbury, experto forense veterinario.
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Aunque el bebé fue trasladado en avión al Addenbrooke’s Hospital en Cambridge, donde los médicos descubrieron que había sufrido graves lesiones cerebrales, espinales y craneales, tres días después murió.
Los padres fueron arrestados por la Policía bajo sospecha de negligencia infantil después del incidente, pero los fiscales decidieron no acusarlos; los perros de la familia fueron sacrificados.
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