Lois Walker es una mujer de 37 años a quien le detectaron cáncer terminal mientras daba a luz a su tercer hijo.
Esta desgarradora historia ocurrió en el Reino Unido y ha sacado más de una lágrima a quienes la leen, ya que es t errible descubrir una enfermedad de este tipo en el que se supone debería ser el mejor día de la vida de una mujer.
Todo comenzó cuando la mujer llegó al hospital para dar a luz. Hasta ese momento todo transcurría con normalidad; sin embargo, cuando el doctor comenzó la cesárea, notó varios tumores en el interior del cuerpo de la mujer, por lo que supo rápidamente que se trataba de un cáncer terminal y se puso a llorar.
El profesional detectó que Lois Walker tenía cáncer de ovarios, en el revestimiento del abdomen y en los ganglios linfáticos.
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Durante una entrevista a la BBC, la mujer contó lo que el doctor encontró: "Mi abdomen estaba muy enfermo, con tumores por todas partes... Era como un saco de arena que se hubiera abierto y todo se hubiera desparramado".
A pesar de que la mujer se ha sometido a varias sesiones de quimioterapia y dos intervenciones quirúrgicas, los profesionales afirmaron que "no hay manera de detener la enfermedad".
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Lois cuenta que durante mucho tiempo sintió fuertes dolores en su abdomen y al ir al médico siempre le decían que los síntomas podrían ser por estrés, o incluso por su edad.
"Ha sido absolutamente diabólico. Se llaman a sí mismos profesionales de la salud y se supone que deben brindarnos atención, pero eso es negligencia. Siento que podría haberse detectado antes, para no tener este diagnóstico tardío, y dejaré tres hijos", dijo a la BBC.