En el municipio de Palermo, Huila, Doña Ana Lucelida Nagles de 84 años tuvo que vivir la desgarradora experiencia de ser desalojada a la fuerza de su casa, todo por una deuda que tenía un familiar.
Al parecer se trató de un compromiso económico adquirido por la hipoteca de su casa, el cual tenía un valor de $35 millones de pesos. El problema era responsabilidad del hijastro de Ana, pero nunca respondió.
Lastimosamente el juzgado de Palermo emitió la orden de desalojo, que luego fue efectuada en medio de la vista indignada de los vecinos del centro poblado Ospina Pérez, que no pudieron hacer nada mientras la señora Luceida se aferraba a su vivienda.
Debido al esfuerzo físico y al fuerte dolor que le ocasionó el desalojo, la mujer no soportó más y presentó problemas en su salud, por lo que fue necesario que le brindaran atención médica. Después a señora Lucelida Nagles pasó la noche en la parroquia de su comunidad, en Huila.
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La institución de la Policía Metropolitana de Neiva aseguró que el nuevo dueño de la casa desalojada accedió a ceder algunos metros cuadrados para que la adulta mayor tenga un espacio en donde sería posible construir al menos una habitación.
El personero de Palermo, Andrés Vargas Gutiérrez, indicó que actualmente se encuentran “realizando todas las gestiones para que la administración municipal le pueda proporcionar una vivienda digna” a la mujer de la tercera edad.
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