En la era digital las redes sociales han permitido que muchas personas se dediquen a realizar todo tipo de actividades entre ellas probar toda clase de comidas y realizar una especie de crítica gastronómica, convirtiendo a los que se dedican a crear estos contenidos en los llamados 'foodies', figuras influyentes amantes de la comida cuyas opiniones y experiencias pueden determinar el éxito o fracaso de un producto culinario.
Un reciente ejemplo de este fenómeno se vivió en Medellín donde Manuela Giraldo, una usuaria de TikTok, compartió su experiencia al probar unos croissants, desatando una ola de reacciones en línea. En su video viral Giraldo describió su apreciación sobre la degustación de los croissants del restaurante Valentina Bakery, cuyo precio llamó la atención, 128 mil pesos por cuatro unidades.
“Hoy estamos acá probando el croissant más viral de todo TikTok y obviamente no nos podíamos quedar sin probarlo y acá en Medellín Valentina Bakery justo hoy acabó de lanzar uno”, comienza diciendo la tiktoker en su video.
El costo exorbitante de estos croissants generó un debate entre los internautas, especialmente considerando que el precio promedio de un croissant en otros establecimientos ronda entre los 4.000 y 11.000 pesos dependiendo de cómo se pida. “Yo pedí cuatro, me valieron 128.000 pesos y estaban rellenos de masa de galleta y por fuera ya tenía la galleta como crocante”, agregó.
Después se aprecia cómo la mujer empieza a degustar el pan y dijo que al principio le parecía algo raro por la apariencia que tenía, pero al final lo termina probando y le resultó demasiado rico y continúa con su descripción.
“Al principio no sabía qué pensar porque por dentro tenía como masa de galleta cruda, entonces era una combinación un poquito rara. Pero lo seguí probando y está demasiado rico”, explicó Giraldo.
El poder de influencia de las redes sociales se hace evidente en casos como este, donde la viralidad de un contenido puede impulsar o desafiar las prácticas comerciales de un establecimiento y generando todo tipo de reacciones.
“Entré pensando que era un sitio cualquiera para tomar un café y desayunar. Me pareció el asalto sin arma de fuego más grande de mi vida”, “Un desayuno para dos no baja de $100”, “Ni en Noruega que tiene un costo de vida alto cuestan así, es más las papas francesas son más baratas allá que aquí en Colombia increíble”. Son algunos de los comentarios.
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