El dibujo animado británico Peppa Pig ha cautivado a millones de niños en todo el mundo desde su debut en 2004.
Sin embargo, lo que comenzó como un programa educativo para los más pequeños, ahora está en el centro de una controversia sobre su impacto en el comportamiento infantil.
Padres y expertos debaten si la simpática cerdita y sus aventuras cotidianas son una buena influencia para los niños o si, por el contrario, están promoviendo actitudes inapropiadas en su audiencia más joven.
Numerosos padres han expresado su preocupación por los cambios en el comportamiento de sus hijos después de ver Peppa Pig.
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Un ejemplo es Armita Asgari, quien notó que su hijo de cinco años, Luca, comenzó a adoptar expresiones y actitudes que consideraba groseras, como rechazar la comida con un enfático "¡Qué asco!" o terminar amistades con un "¡Ya no eres mi amigo!" tras seguir el ejemplo de Peppa.
Incluso realizó comentarios desconsiderados sobre sus vecinos, lo que llevó a su madre a cuestionar la influencia del programa .
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Este tipo de conductas ha hecho que muchos padres vean en Peppa Pig algo más que simples aventuras infantiles.
La protagonista, caracterizada por su honestidad y actitud directa, en ocasiones desafía las normas de cortesía social, lo que algunos padres consideran inapropiado.
En particular, la actitud de Peppa hacia su padre, a quien llama 'Silly Dad' (papá tonto), ha generado críticas por no mostrar respeto hacia la autoridad parental .
Diversos especialistas han abordado el impacto de Peppa Pig en el comportamiento de los niños, con posturas tanto a favor como en contra del programa.
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Amy Shirong Lu, experta en comunicación de la Universidad Northeastern, argumenta que uno de los motivos por los que Peppa Pig resuena tanto entre los niños es que la protagonista se comporta como una niña de cuatro años, lo que hace que los pequeños se identifiquen fácilmente con ella.
Según Lu, el programa no está diseñado para que los niños imiten el comportamiento de Peppa, sino para mostrar una representación auténtica de cómo los niños pueden actuar en ciertas situaciones .
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No obstante, Meryl Alper, también profesora en estudios de comunicación, subraya que algunos niños son más propensos a imitar los comportamientos que ven en la televisión. Cuando los personajes no enfrentan las consecuencias de sus acciones, los niños podrían aprender conductas inapropiadas como la falta de respeto o la desobediencia .
Además de la actitud de Peppa, otros aspectos del programa también han sido señalados como problemáticos. En un artículo de The Asian Parent, se destaca que Peppa puede ser irrespetuosa con su padre, mandona con sus amigos e incluso grosera con su hermano menor, George.
Algunos episodios muestran a George quejándose por no recibir su postre favorito, lo que algunos padres interpretan como la promoción de malos hábitos alimenticios .
Estos ejemplos han llevado a ciertos sectores a considerar que el programa podría estar fomentando actitudes negativas en los niños, especialmente cuando se consume de manera repetida y sin supervisión.
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¿Qué impacto tiene realmente Peppa Pig?
El debate sobre el impacto de Peppa Pig refleja una preocupación más amplia sobre el contenido infantil en los medios. Si bien es innegable que los niños pueden aprender de lo que ven en la televisión, es importante considerar que el contexto en el que se presenta el contenido también juega un papel crucial.
Aunque Peppa pueda comportarse de forma impulsiva en algunos episodios, el programa también aborda temas valiosos como la importancia de la familia, la amistad y el aprendizaje a través de la experiencia.
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Por otro lado, los expertos coinciden en que los padres tienen un rol clave en moderar lo que sus hijos ven. Al discutir con ellos lo que sucede en los episodios y señalar las consecuencias de ciertos comportamientos, pueden ayudar a que los niños comprendan mejor las situaciones y tomen decisiones más acertadas.
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