Después de un golpe con un defensa, el atacante de 33 años tuvo que ser sacado del campo en camilla, con una venda en un ojo ensangrentado, lo que disparó inicialmente las alarmas.
El médico del Fenerbahçe lanzó un mensaje de tranquilidad.
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"Tenía sangrado en el párpado. Después de los primeros auxilios, le enviamos a un hospital, a ver a un oftalmólogo. Allí nos dijeron que la situación no era tan grave. Va bien", afirmó en un comunicado.
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El Fenerbahçe se impuso en el partido por 3-1.