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Curioso emprendimiento en TransMilenio para vender postres

Usuarios del sistema fotografiaron la ingeniosa forma en la que un hombre llevó su negocio hasta TransMilenio. Se lo tomó muy en serio.

Coche de bebé es usado como carrito de postres en TransMilenio
Coche de bebé es usado como carrito de postres en TransMilenio
/ Foto: Blu Radio

En el bullicioso entorno de TransMilenio, donde las historias de personas queriendo salir adelante se cruzan con la rutina del sistema de transporte masivo, el miércoles 17 de enero se convirtió en testigo de una escena peculiar que capturó la atención de los usuarios. A lo largo de la troncal de la calle 80, en el interior de un bus de la ruta D20, un inusual carrito de bebé se transformó en un improvisado puesto de postres, destacando como una ingeniosa forma de rebusque.

Los pasajeros, armados con sus teléfonos celulares, documentaron la singularidad de esta iniciativa emprendedora que tuvo lugar durante el trayecto. El carrito, adaptado para albergar una variada selección de delicias, se ganó la curiosidad y apetito de aquellos que transitaban por las estaciones, los buses y los portales de TransMilenio. Bajo el rótulo de 'Quesillo, postres Eve y sus hermanos', el carrito exhibía un cartel que no solo llevaba el nombre del singular negocio, sino también la imagen de una joven y las irresistibles golosinas que ofrecían.

Desde la estación La Granja - carrera 77 hasta el Portal de la 80, un hombre comprometido con la tarea de vender estos manjares dulces se embarcó en una travesía lucrativa. El emprendedor, con determinación y una sonrisa, logró hacer del recorrido en el bus D20 una oportunidad para generar ingresos.

El coche de bebé, convertido en un singular carrito de postres ambulante, se convirtió en el testigo silencioso del esfuerzo de este vendedor que, al final de su travesía, decidió bajarse del vehículo con la satisfacción de haber ganado unos cuantos pesos gracias a las ventas realizadas en el transitado trayecto.

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Esta historia no solo destaca la creatividad y tenacidad de quienes buscan subsistir en medio de las complejidades urbanas, sino también la capacidad del ser humano para adaptarse y encontrar oportunidades donde otros podrían ver obstáculos. En TransMilenio, un simple carrito de bebé se convirtió en un vehículo de emprendimiento, llevando consigo no solo postres tentadores, sino también una lección sobre la resiliencia en medio de la vida citadina.

Coche de bebé es usado como carrito de postres en TransMilenio
Coche de bebé es usado como carrito de postres en TransMilenio
/ Foto: Blu Radio

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