En barrio Nueva Castilla, ubicado en la localidad de Kennedy, suroeste de Bogotá, la comunidad fue sacudida por un impactante y aberrante incidente de abuso sexual que tuvo como víctima a una joven de 16 años. Los hechos ocurrieron en la mañana del 1 de noviembre, en la avenida Guayacanes, mientras la menor se dirigía a su colegio, convirtiendo lo que debía ser una rutina cotidiana en una pesadilla.
Según reportes, la estudiante fue abordada por un individuo que, presuntamente, la amenazó con un arma blanca antes de despojarla de sus pertenencias. Pero la atrocidad no se detuvo ahí, ya que el agresor la condujo a un área boscosa cercana, donde la sometió a vejámenes y le causó heridas con una botella, además de accederla sexualmente.
Minutos después de la agresión, la joven fue descubierta por vecinos del sector, quienes se horrorizaron al verla gravemente herida y ensangrentada, por lo que solicitaron asistencia médica y la presencia policial. Paralelamente, informaron a la tía de la víctima sobre el angustiante incidente.
La tía, visiblemente consternada, compartió su experiencia: "Me dirigí hacia el lugar y la encontré completamente cubierta de sangre. La persona que la atacó intentó asesinarla con una incisión en su cuello". Además, la tía reveló que la joven logró contarle que había sido víctima de abuso sexual por parte del agresor.
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Estos aterradores acontecimientos desataron una oleada de indignación en la comunidad local, que se congregó en el lugar para expresar su repudio por la falta de seguridad en la zona. Las protestas se prolongaron a lo largo del día y se extendieron hasta altas horas de la noche.
Los residentes de Nueva Castilla han denunciado en repetidas ocasiones la peligrosidad de la zona a las autoridades, destacando la ausencia de iluminación, la carencia de presencia policial y la existencia de áreas boscosas que facilitan el acoso a las mujeres. "Hace un mes, informamos en nuestro comité sobre esta situación y grabamos un video para advertir sobre la falta de seguridad en la avenida Guayacán. No hay semáforos, ni presencia policial, ni suficiente iluminación. Temíamos que ocurriera una violación, y desafortunadamente, eso es lo que sucedió", señaló un residente del sector.
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La indignación impulsó a los vecinos a tomar medidas drásticas, como quemar cambuches y otros objetos que hallaron en los terrenos circundantes a la avenida Guayacán. Algunos de ellos permanecen en el lugar para prevenir posibles retornos de delincuentes a esta área de la ciudad.
Un grupo de vecinos enfatizó su compromiso con la causa, afirmando: "Bloqueamos la vía hasta altas horas de la noche en protesta, y estamos dispuestos a hacerlo nuevamente hasta que la alcaldía tome medidas al respecto."
La indignación y el temor persisten en Nueva Castilla, mientras la comunidad exige una respuesta contundente por parte de las autoridades y una acción inmediata para garantizar la seguridad de los residentes, especialmente de las jóvenes que se ven obligadas a transitar por la avenida Guayacán diariamente.
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