Toumany Coulibaly, campeón de Francia de los 400 m en pista cubierta en febrero de 2015, fue condenado a dos años de prisión un robo perpetrado horas después de su coronación, para esa época sumaba 11 delitos por hurto.
No contento, a sus 29 años tiene otra condena por un duodécimo robo que cometió a inicios de 2017.
El 22 de febrero de 2015, abandonó Clermont-Ferrand con la medalla alrededor del cuello y regresó a París en tren: "Dejé las maletas y me marché al momento, sin reflexionar", explicó este lunes el atleta en el tribunal.
Sobre las dos de la tarde, cambió la camiseta y las zapatillas por un pasamontañas y, junto a cuatro cómplices, rompió el escaparate de una tienda de telefonía móvil y robó material por valor de 50.000 euros.
Coulibaly se declaró ante el tribunal culpable de los hechos que se le imputan, pero negó ser el jefe de la banda, tal como sostienen sus cómplices. El atleta tiene aún varias causas pendientes, siempre por robo.
"Comencé con tonterías antes de mi carrera (como deportista). Entré en un círculo vicioso del que nunca supe escapar", declaró en el tribunal.
Una psicóloga describió ante el tribunal un hombre que encuentra "una especie de placer el estar fuera de la ley". "Exacto", contestó el acusado.
En la cárcel, el atleta dice entrenarse con la esperanza de poder continuar su carrera "más tarde".