"Fue un momento de euforia, no fue un acto premeditado", dijo Rubiales. "Jenni Hermoso falló un penalti y yo le quería dar un mensaje de apoyo. Ella respondió con un beso, que yo interpreté como un gesto de cariño".
Rubiales reconoció que el beso pudo ser malinterpretado, pero insistió en que fue consentido. "No hay deseo ni posición de dominio", dijo.
Jenni Hermoso es una mujer adulta y capaz de decidir lo que quiere
El presidente de la federación también pidió disculpas "por el contexto en el que se produjo el beso". "Fue un acto espontáneo, pero no debería haber sucedido en un acto público", dijo.
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Rubiales aseguró que no tiene pensado dimitir por este asunto. "No voy a huir de mis responsabilidades", dijo. "Voy a seguir trabajando por el fútbol español".
El beso de Rubiales a Hermoso generó una gran polémica en España. Algunos consideraron que fue un gesto inapropiado, mientras que otros lo defendieron como un gesto de cariño.
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