En un emocionante partido en el estadio El Campín , Independiente Santa Fe se impuso 2-1 al Deportivo Pasto. Sin embargo, la victoria bogotana quedó ensombrecida por un controvertido incidente entre el lateral Elvis Perlaza y el técnico del Pasto , Gustavo Florentín.
Durante el encuentro, una acalorada discusión entre Perlaza y Florentín capturó la atención de todos. En declaraciones a Gol Caracol, Perlaza reveló que el estratega paraguayo profirió insultos racistas contra él , lo que desató su indignada reacción. “Me dijo ‘hijo de puta, párate, negro marica ’ y la verdad me enfadó mucho.
Le dije que tenía que dar ejemplo y respetar, eso realmente me sacó de quicio. Uno lo piensa para no perjudicar al grupo , pero quería pegarle. No se puede quedar en la cancha porque, ¿quién es el que da el ejemplo aquí?”, expresó el experimentado futbolista.
La acusación de Perlaza ha generado una ola de comentarios y preocupación en el ámbito deportivo, subrayando la persistencia del racismo en el fútbol . La comunidad deportiva espera que se tomen medidas para abordar y erradicar estos comportamientos.
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En la rueda de prensa posterior al partido, Gustavo Florentín fue interrogado sobre el incidente, pero evitó dar detalles específicos. “Lo que sucede dentro del campo, termina ahí . La idea es inyectar el carácter a los jugadores, a los nuestros, algo que nos faltó en el primer tiempo , los jugadores conocen ese aspecto. Lo que pasó termina ahí adentro”, declaró el técnico del equipo nariñense, sin abordar directamente las acusaciones.
El resultado del partido pasó a un segundo plano ante la gravedad de las acusaciones de Perlaza. Mientras Santa Fe celebra su victoria y los tres puntos ganados , la atención ahora se centra en la posible investigación y las repercusiones de los presuntos insultos racistas.
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Este incidente subraya la necesidad urgente de reforzar los valores de respeto e igualdad en el deporte , asegurando que el fútbol sea un campo donde prevalezcan la competencia justa y el espíritu deportivo.
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