Un accidente ocurrido en la madrugada del 18 de diciembre en la avenida Boyacá de Bogotá impactó a la comunidad. El impacto originado por el robo de una tractomula en Soacha, culminó con un vuelco que aplastó un vehículo particular, dejando atrapados en su interior a un hombre y su hijo de apenas tres años.
Desde el hospital donde se encuentra recuperándose, Felipe, el conductor del automóvil afectado, relató a Noticias Caracol los momentos de angustia que vivió:
“Se empezaron a romper vidrios, a romper todo, y , en el momento en que el contenedor cae sobre mi vehículo, la mula me arrastra unos 50 metros, más o menos”. Felipe viajaba con su hija y su pequeño hijo de tres años, quien se despertó en medio del caos.
El testimonio de Felipe es conmovedor, mientras estaba atrapado entre los restos del vehículo, su hijo, entre lágrimas, le imploraba:
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“Papá, papá, no te me mueras, no te vayas a morir, ¿cierto que estamos bien?” . Felipe logró sostener la mano de su hijo y apretarla con fuerza como una forma de transmitirle calma en medio del desastre.
El viaje de Felipe y su familia tenía un significado especial . Habían salido de Puerto Gaitán (Meta) rumbo a Chiquinquirá para bautizar al niño en la iglesia Santa Bárbara, cumpliendo una promesa que había hecho al pequeño al nacer.
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De regreso, decidieron pasar por Bogotá a una hora estratégica para evitar trancones , pero su ruta se vio truncada por un acto de delincuencia.
El origen de la tragedia fue el robo de una tractomula Mercedes en Soacha. Según las autoridades, Juan Sebastián Ospina Vera y sus cómplices secuestraron al conductor del vehículo de carga, lo agredieron y lo despojaron de su dinero antes de abandonar el lugar.
Tras esto, Ospina intentó conducir la tractomula a través de la ciudad, evadiendo a las autoridades que rastreaban el vehículo gracias a un dispositivo GPS.
La persecución se extendió por varias localidades de Bogotá hasta que, aproximadamente a las 4:00 de la mañana , el conductor perdió el control del vehículo en la intersección de la avenida Boyacá con la calle 23, provocando el vuelco que aplastó el carro de Felipe. Gracias a un operativo conocido como 'plan candado', la Policía Nacional logró capturar a Ospina en el lugar.
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Un fiscal del Gaula de la Seccional Bogotá imputó a Ospina los delitos de hurto calificado y secuestro extorsivo, ambos agravados.
Aunque las pruebas en su contra son contundentes, el acusado no aceptó los cargos y permanece bajo medida de aseguramiento en un centro carcelario mientras avanza el proceso judicial.
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El operativo destacó la eficacia del GPS en la recuperación del vehículo robado y la coordinación entre la Policía y la Fiscalía para combatir el crimen organizado. Sin embargo , las secuelas del accidente persisten.
Felipe y el conductor de la tractomula siguen en recuperación por las lesiones sufridas, y las imágenes del niño clamando por su padre han dejado una profunda huella en quienes conocieron la historia.
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