A lo largo de la avenida Paseo de la Reforma, centro neurálgico de los negocios y el turismo de la ciudad, se dieron cita miles de paseantes nacionales y extranjeros para presenciar el paso de calaveras gigantes, ofrendas móviles, y más de mil voluntarios, entre ellos músicos y bailarines disfrazados de esqueletos que interpretaban la música y danza tradicionales de todo el país.
"La verdad les quedó muy padre (genial), hacen falta más desfiles como este en otras fechas festivas", comenta el mexicano Alfredo Núñez, un pintor "de brocha gorda" jubilado que asistió con su mujer, sus dos hijos y su nieta.
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El desfile de 572 metros de largo nació de la imaginación del cineasta británico Sam Mendes en "Spectre", la 24ª misión del espía James Bond, filmada en 2015 en la capital mexicana. Tras su exhibición las autoridades mexicanos pensaron que sería un buen atractivo turístico llevarlo a la realidad.
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"Quería ver la obra artística relativa el día de muertos, que es muy diferente a la tradición de los panteones y las ofrendas tradicionales" dice Beatriz Galeana, una físico española radicada en México, quien consideró que la tradición celebrada el 2 de noviembre "tiene más que ver con la espiritualidad" mientras que "el desfile está vinculado a la estética".
De acuerdo con cifras del gobierno federal se espera que las actividades de celebración del día de muertos dejen una derrama a la ciudad de 52,1 millones de dólares y una ocupación hotelera del 77,28%.
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