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Qué le espera a expolicía que disparó a ladrones, ¿legítima defensa o justicia por mano propia?

Dos presuntos ladrones perdieron la vida mientras intentaban atracar un restaurante en el sur Bogotá, según las autoridades un expolicía que se encontraba dentro del establecimiento fue quien enfrentó a los delincuentes.

Dos presuntos ladrones fallecieron tras un intento de robo en Antonio Nariño
Dos presuntos ladrones fallecieron tras un intento de robo en Antonio Nariño
/Foto: Captura de pantalla

No paran los hechos de violencia en Bogotá, un nuevo hecho criminal invade los principales titulares en donde dos ladrones perdieron la vidaen intento de robo en un restaurante ubicado en la localidad de Antonio Nariño, en Bogotá, el pasado martes 20 de febrero.

Según los informes proporcionados por la Policía Metropolitana de Bogotá, un expolicía que se encontraba dentro del establecimiento comercial fue quien se enfrentó a los delincuentes, desencadenando un violento intercambio de disparos.

El incidente, que fue capturado en un video que rápidamente se volvió viral, muestra cómo uno de los ladrones intenta salir del restaurante y es confrontado por el exoficial, resultando herido y sin capacidad de reacción. Mientras tanto, su presunto cómplice, quien aguardaba en una motocicleta fuera del establecimiento, huye precipitadamente del lugar al percatarse de la situación, sin embargo más adelante cayó y también perdió la vida.

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Según las autoridades, uno de los sujetos involucrados en el intento de robo fue identificado como un individuo con antecedentes penales relacionados con delitos como porte ilegal de armas, hurto y amenazas. Además, se recuperaron cuatro teléfonos móviles de alta gama en posesión del fallecido, presumiblemente obtenidos de manera ilegal durante el asalto.

El general Daniel Gualdrón, comandante de la Policía de Bogotá, confirmó que el trágico suceso tuvo lugar alrededor de las 2:40 de la tarde del mencionado martes, en un asadero ubicado en la localidad de Antonio Nariño. Según los informes preliminares, el expolicía se encontraba almorzando con su pareja cuando uno de los presuntos ladrones ingresó al establecimiento y amenazó a uno de los clientes con un arma de fuego, desencadenando así el enfrentamiento armado.

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¿Qué va a pasar con el hombre que disparó contra los delincuentes?

En Colombia, la noción de justicia por mano propia y el concepto de legítima defensa son temas que suscitan debates y reflexiones en torno al funcionamiento del sistema legal y la aplicación de la ley. Es crucial entender las diferencias entre ambas y cómo la justicia colombiana aborda cada situación.

¿Qué es la justicia por mano propia?

La justicia por mano propia se refiere a la situación en la que un individuo o un grupo de personas toma la ley en sus propias manos para impartir lo que consideran justicia, sin recurrir a las autoridades legales correspondientes. Esto puede manifestarse en formas de violencia física, acoso, o incluso en actos de linchamiento público.

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En Colombia, desafortunadamente, la justicia por mano propia ha sido una realidad persistente, la percepción de impunidad y la falta de acceso a una justicia efectiva pueden contribuir a que las personas recurran a este tipo de acciones. En tales casos sí se inician procesos penales.

¿Qué es la Legítima Defensa?

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Por otro lado, la legítima defensa se refiere al derecho que tiene un individuo a protegerse a sí mismo, a otros individuos o a su propiedad, utilizando la fuerza necesaria para repeler una agresión injusta e inminente. Este concepto está reconocido en el ordenamiento jurídico colombiano y en la mayoría de los sistemas legales alrededor del mundo como un derecho y es una causa que excluye la responsabilidad penal de una persona.

Para que un acto sea considerado legítima defensa en Colombia, deben cumplirse ciertos requisitos, como la proporcionalidad entre la agresión y la respuesta, la ausencia de provocación por parte del defensor, y la necesidad de actuar de manera inmediata para evitar un daño injusto e inminente.

Según versiones oficiales el arma con la que habría disparado el expolicía tenía salvoconducto, pero serán las autoridades quienes determinarán si el funcionario retirado actuó en legítima defensa o incurrió en justicia por mano propia.

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