En la tarde de este jueves 21 de marzo de 2024, Bogotá fue testigo de una situación de emergencia en varios colegios, ocasionada por las fuertes lluvias y vientos que azotaron la ciudad. Como resultado, nueve estudiantes resultaron con heridas leves, al igual que una enfermera. Además, quince colegios se vieron afectados en su infraestructura.
La Secretaría de Educación del Distrito se solidarizó con los afectados y aseguró estar acompañando a las familias en este difícil momento.
En colaboración con la Secretaría Distrital de Salud, se está brindando atención a cada uno de los afectados, utilizando las pólizas de seguros de Educación para cubrir los gastos necesarios para su pronta recuperación.
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Entre los colegios afectados, tres instituciones fueron autorizadas para prestar servicio no presencial el viernes 22 de marzo de 2024.
El Colegio Ofelia Uribe, ubicado en la localidad de Usme, sufrió daños en siete aulas y zonas comunes debido a las fuertes lluvias. Como resultado, cinco personas, incluyendo cuatro estudiantes y una enfermera, resultaron heridas en el rostro y fueron trasladadas al Hospital Meissen para recibir atención médica.
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Por otro lado, el Colegio Estanislao Zuleta, sede B, también en Usme, experimentó levantamientos de la cubierta y la caída de un muro divisorio. Cinco estudiantes resultaron afectados y fueron trasladados al hospital, pero su estado de salud se reporta como estable y fuera de peligro. Como medida preventiva, se determinó que los 981 estudiantes de esta sede realizarán actividades no presenciales.
El Colegio Federico García Lorca, también en la localidad de Usme, sufrió considerables inundaciones en su sede, lo que llevó a la determinación de implementar trabajo no presencial para sus 1083 estudiantes.
Además de estos tres colegios, otras instituciones educativas también reportaron daños en sus infraestructuras, como el Colegio Ciudad de Villavicencio, Colegio Almirante Padilla, Colegio Fabio Lozano Simonelli, Colegio Fernando Gonzáles Ochoa, Colegio Gabriel García Márquez, entre otros. Aunque se presentaron daños en techos, ventanales e inundaciones, no se reportaron afectaciones a estudiantes, docentes o funcionarios.
Ante esta situación, la Secretaría de Educación Distrital aseguró continur trabajando para garantizar la seguridad y el bienestar de la comunidad educativa de Bogotá.
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