Un sismo de mediana intensidad sacudió la región de Atacama, en el centro norte de Chile, este lunes, marcando el segundo evento de esta magnitud en apenas cuatro días. Afortunadamente, hasta el momento no se han reportado víctimas ni daños materiales significativos.
El Centro Sismológico Nacional de la Universidad de Chile informó que el epicentro del temblor se ubicó a 39,12 kilómetros al oeste de la localidad de Caldera, situada en la costa.
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El sismo tuvo una magnitud de 5,4 grados en la escala de Richter y se originó a una profundidad de 33 kilómetros. Las autoridades chilenas rápidamente descartaron la posibilidad de un tsunami como consecuencia de este evento.
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Este sismo es el segundo de mediana intensidad que ha afectado a la región de Atacama en tan solo cuatro días. El primero ocurrió con una magnitud de 6,4 grados en la escala de Richter y tuvo lugar a 11 kilómetros al sureste de la localidad de Tongoy, ubicada a unos 430 kilómetros al norte de la capital chilena, también en la costa centro-norte del país.
Chile, ubicado en la zona suroriental del Cinturón de Fuego del Pacífico, es conocido por ser una de las regiones más sísmicas del mundo. El país experimenta regularmente cientos de pequeños movimientos telúricos debido a la subducción de la placa de Nazca bajo la placa Sudamericana.
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Uno de los eventos sísmicos más devastadores de la historia de Chile ocurrió en 1960, cuando la región meridional del país, Valdivia, fue golpeada por el terremoto más potente jamás registrado en tiempos modernos. Este terremoto tuvo una magnitud de 9,6 grados en la escala de Richter y resultó en la lamentable muerte de 1.655 personas.
Si bien los sismos son una realidad constante en Chile debido a su ubicación geográfica, el país ha desarrollado una infraestructura y protocolos de seguridad robustos para mitigar el impacto de estos eventos en la población. Los edificios y estructuras en Chile están diseñados para resistir terremotos, y las autoridades cuentan con sistemas de alerta temprana para advertir a la población sobre la llegada de tsunamis en caso de sismos en la costa. La preparación y la educación pública son esenciales para garantizar la seguridad de los ciudadanos en un país propenso a los movimientos telúricos .