El "juego" de Sebastián Villegas que habría culminado en la muerte de Isabella Mesa

Según las investigaciones realizadas por la Fiscalía, Sebastián Villegas, presunto responsable del crimen, estaba consciente de sus acciones y exhibía un patrón de comportamiento celopático. Además, se ha señalado que Villegas mantenía un "vicio" en el que habría involucrado a Isabella Sánchez, lo que habría sido el detonante de los trágicos eventos que desembocaron en su muerte.

Durante la audiencia celebrada el 30 de enero, se revelaron detalles alarmantes sobre la dinámica de la relación entre Villegas y Mesa Sánchez. Según lo expuesto por el fiscal a cargo del caso, Villegas ejercía un control excesivo sobre la vida de la víctima, manifestando signos evidentes de celos y posesividad. Este control obsesivo habría generado tensiones constantes en la relación, exacerbadas por un conflicto financiero que surgió el 28 de enero, día en que ocurrió el trágico homicidio.

Según las autoridades, la discusión entre Villegas y Mesa Sánchez se habría originado por un préstamo de dinero que la víctima habría hecho al presunto agresor, supuestamente destinado a actividades relacionadas con el juego.

Este desacuerdo económico habría sido la causa de una confrontación que terminó en tragedia. A pesar de la gravedad de la situación, la actitud de Villegas durante la audiencia ha sido tranquila y controlada.

El fiscal detalló que la relación entre Villegas y Mesa Sánchez se remontaba a los años de la adolescencia de la víctima, cuando Villegas era amigo cercano de la familia. Esta amistad evolucionó con el tiempo hasta convertirse en una relación sentimental, pero se vio empañada por el comportamiento controlador y posesivo de Villegas. Se reveló que el presunto asesino amenazaba a la víctima con violencia si sospechaba que ella hablaba con otros hombres, una actitud que generaba un ambiente de miedo y tensión constante.

Ante la gravedad de los cargos en su contra, la Fiscalía solicitó una medida de aseguramiento intramural para Villegas, argumentando la necesidad de garantizar su comparecencia ante la justicia y evitar el riesgo de fuga. La sociedad sigue consternada por la tragedia de Isabella Mesa y espera que se haga justicia en su nombre.

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