Evgenia Shulyatyeva, una mujer rusa de 26 años, se disponía a bañarse y conectó su teléfono a la energía. Cuando se metió en la bañera, sin saber cómo, el móvil terminó en el agua. En consecuencia, le produjo un fuerte descargo eléctrico y le causó la muerte rápidamente.
La madre de la mujer fue la primera en percatarse de la tragedia, pues llegó a la casa de la víctima porque Evgenia no respondía a su llamado.
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De acuerdo con medios locales, forenses que analizaron el caso aseguraron que la mujer murió de inmediato, ya que el Smartphone estaba aún conectado cuando cayó al agua.
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“Si el teléfono no hubiera sido enchufado a 220 voltios, la tragedia no habría sucedido”, expresó Yury Agrafonov, jefe del departamento de radioelectrónica de la Universidad Estatal de Irkutsk a El Clarín.
Este caso se suma a los miles de accidentes que ocurren diariamente por la ansiedad de las personas de mirar su teléfono todo el tiempo.
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