El pasado 10 de diciembre, un emotivo momento de celebración durante un partido de fútbol se convirtió en una tragedia inesperada para la familia y amigos del reconocido médico, Wilmer Mendoza Lozano.
Mientras se encontraba disfrutando del encuentro deportivo del Junior de Barranquilla, la ampliación del marcador desencadenó un accidente fatal que cambió el curso de su vida.
En medio de la euforia por la anotación del equipo, Mendoza Lozano perdió el equilibrio, cayendo hacia atrás y golpeando fuertemente su cabeza contra un bordillo cercano. A pesar de los esfuerzos inmediatos por parte de quienes lo acompañaban, fue necesario trasladarlo de urgencia a la Clínica de Alta Complejidad de Valledupar para recibir atención médica especializada.
La lesión resultante, una fractura craneoencefálica, llevó al médico a una batalla por su vida que se prolongó por más de ocho días en la unidad de cuidados intensivos. Lamentablemente, durante todo ese período estuvo inconsciente, librando una lucha que conmovió a quienes conocían su labor profesional y calidad humana.
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El desenlace fatal se confirmó este lunes 18 de diciembre, cuando Wilmer Mendoza Lozano falleció, dejando un vacío irreparable en su círculo cercano y en la comunidad médica a la que pertenecía. Su partida deja un recuerdo imborrable, recordando su dedicación y compromiso con la salud de quienes requerían sus servicios.
Ante la trágica situación, las autoridades iniciaron una investigación para esclarecer las circunstancias del incidente. La intervención inicial de la Fiscalía buscaba determinar si existía algún factor externo que pudiera haber contribuido a la caída del médico durante la celebración del gol. Sin embargo, tras una exhaustiva evaluación, se concluyó que se trató de un trágico accidente, descartando la intervención de terceros.
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“Allá nos encontraremos mi amor. Estamos atados con un lazo que Dios ató, que ni la muerte nos va a separar”, escribió su esposa en redes sociales.
La comunidad médica y la sociedad en general lamentan profundamente la partida prematura de un profesional comprometido con su labor, dejando un legado de entrega y vocación que perdurará en la memoria de quienes tuvieron el privilegio de conocerlo y trabajar a su lado.
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