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Menor que disparó a Miguel Uribe recibió instrucción de motociclista; hay video

Nuevos videos revelaron los movimientos previos del adolescente que le disparó directamente en la cabeza al senador. Varias personas se cruzaron con él.

Nuevos videos atentado a Miguel Uribe
Nuevos videos atentado a Miguel Uribe
/Foto: Noticias Caracol

El menor que disparó contra Miguel Uribe Turbay no estaba solo. Un video exclusivo de Noticias Caracol mostró que, antes de ejecutar el atentado, el adolescente de 15 años ya se movía entre calles de Modelia, en Bogotá, acompañado, custodiado y asistido por otras personas.

El material también revela que usaron una moto, un carro gris y hasta claves con gestos. Nada parecía improvisado.

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Todo comenzó a las 3:32 de la tarde del sábado 7 de junio. El joven bajó de una motocicleta en una esquina del barrio, se quitó el casco y de inmediato se puso una gorra. Había llegado con alguien más.

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El conductor de la moto también descendió para hablar con él unos segundos. No pasó ni un minuto y el menor ya estaba manipulando su celular.

A las 3:41 p. m., otro vehículo entra en escena: un carro gris se estaciona en la Avenida del Ferrocarril, a pocas cuadras del punto. Cinco minutos después, el adolescente reaparece en la toma, saliendo de una esquina y caminando con dirección fija hacia el carro.

Habla con el conductor, apenas por unos segundos, y luego sigue su camino sin apuro, pero sin pausa, otra vez con el teléfono en mano.

El precandidato, mientras tanto, se encontraba ya recorriendo el sector, entregando volantes y hablando con vecinos. A esa hora nadie imaginaba lo que estaba por pasar.

Miguel Uribe Turbay, precandidato presidencial
Miguel Uribe Turbay, precandidato presidencial
Foto: Instagram @migueluribet

Las señas del motociclista que lo dejó en la esquina

La escena más desconcertante ocurrió cuando el menor bajó de la moto en Modelia. Apenas se quitó el casco, el conductor de la moto hizo un gesto claro: extendió el brazo y señaló hacia adelante, como dándole una indicación precisa de por dónde debía caminar. Todo quedó grabado.

El adolescente no dudó ni un segundo. Guardó el casco, se acomodó la gorra, sacó su celular, hizo una llamada corta y arrancó derecho por la cuadra que le señalaron. No miró hacia los lados.

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Caminó con paso firme, como si ya supiera exactamente a dónde iba. El gesto del motociclista, que parece trivial, fue en realidad una instrucción clave: adelante, por ahí es.

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