La investigación sobre el atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, ocurrido el 7 de junio en Bogotá, ha experimentado un giro gracias a la declaración de un testigo protegido.
Este testimonio, considerado de tal relevancia que la vida del informante corre peligro, ha permitido a las autoridades desentrañar nuevos detalles sobre los responsables y las motivaciones detrás del ataque.
El testigo, quien conoce desde hace años a Élder José Arteaga, alias ‘el Costeño’ o ‘Chipi’, presunto líder de la banda contratada para perpetrar el atentado, ha revelado información crucial.
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Según sus declaraciones, publicadas por Revista Semana, ‘el Costeño’ no solo está vinculado al tráfico de drogas en la capital colombiana y es adicto al tusi, sino que también estableció una oficina de sicarios en el barrio El Muelle, en Engativá.
Una de las revelaciones más impactantes se refiere a los autores intelectuales del atentado. El relato del testigo protegido apunta a que la orden de atentar contra Miguel Uribe provino tanto de la banda de ‘el Costeño’ como de las disidencias de las Farc y una red de narcotraficantes encabezada por alias ‘el Mosco’.
El informante describió cómo ‘el Costeño’ fue “afanado” para ejecutar el ataque, recibiendo incluso mensajes de voz donde lo cuestionaban por no haber “roto la piñata” – una clara referencia a que ya debían haber acabado con la vida de Uribe.
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El testigo afirmó haber presenciado estas conversaciones, donde también se mencionaba que se le habían entregado “todos los materiales”, incluyendo armas, y que ya había recibido dinero para la misión.
Las pistas recogidas apuntan firmemente hacia Caquetá, región donde fue capturada Katherin Andrea Martínez, alias ‘Gabriela’, por su presunta conexión con el atentado.
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El testigo reveló que ‘el Costeño’ hablaba de mensajes provenientes de esa zona, asegurando que “esa orden venía de allá” y que conocía a un “hombre duro” dentro de las disidencias de las Farc.
Incluso, ‘el Costeño’, desconfiando de su propio entorno, llegó a pedir al testigo que viajara a Caquetá para establecer contacto con otros miembros de la red criminal y coordinar la entrega de objetos no especificados, lo que se interpretó como un intento de mantener operativas las comunicaciones con los grupos armados de la región.
A pesar de la seriedad del hecho, el testigo aseguró que ‘el Costeño’ se burlaba del atentado fallido, presumiendo de su cercanía con las Farc. Actualmente, ‘el Costeño’ se mantiene oculto en Bogotá.
Mientras tanto, las autoridades han logrado avances significativos en la investigación. Un adolescente de 17 años, vinculado con las reuniones de planeación del ataque, se entregó voluntariamente a la Fiscalía y quedó bajo protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
Hasta el momento, seis personas han sido judicializadas por su presunta participación, incluyendo a Elder José Arteaga Hernández, alias ‘El costeño’, quien es señalado como el coordinador del grupo criminal. El menor que disparó contra Uribe será formalmente acusado el 4 de agosto bajo el sistema de responsabilidad penal para adolescentes.
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