
Colombia entera amaneció en vilo este domingo 8 de junio. La salud del precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay mantiene en pausa a todo el país, luego del atentado que sufrió mientras hablaba en un parque de Fontibón.
Su esposa, María Claudia Tarazona, rompió el silencio con una frase que caló hondo: “Amor de mi vida, vuelve a mí”.
El disparo fue certero y por la espalda. Uribe estaba de frente al público, compartiendo sus propuestas, cuando todo se vino abajo. En videos grabados por asistentes se escucha el estruendo, se ve la confusión, y luego el caos.
El precandidato cayó al suelo mientras su esquema de seguridad lo protegía como podía. De inmediato fue trasladado a la Fundación Santa Fe, donde ingresó de urgencia a una cirugía.
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Las primeras horas fueron de incertidumbre total. A las afueras del centro médico comenzaron a llegar periodistas, empresarios, aliados políticos y, por supuesto, su familia. Nadie tenía claridad. Nadie se atrevía a decir nada. Hasta que, después de una noche eterna, la voz más esperada apareció.
El mensaje que paralizó las redes
“Amor de mi vida, vuelve a mí”. Así comenzó María Claudia Tarazona el mensaje con el que acompañó una foto junto a Miguel Uribe. No hubo más explicaciones. No las necesitaba. Esa frase bastó para que miles de personas se volcaran a su perfil con palabras de apoyo, oraciones y solidaridad.
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Horas más tarde, ella misma compartió otro mensaje, esta vez pidiendo unión y fe:
“Soy María Claudia Tarazona, esposa de Miguel. Miguel está luchando en estos momentos por su vida. Pidamos a Dios que guíe las manos de los doctores que están atendiéndolo. Les pido a todos unirnos en una cadena de oración por la vida de Miguel. Pongo mi fe en Dios”.
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Desde entonces, no ha vuelto a publicar nada. Solo silencio. Uno que, por ahora, se impone mientras en la clínica los médicos hacen todo lo posible para salvarle la vida.
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Un círculo íntimo que no se despega
María Claudia y Miguel tienen un hijo, y es habitual ver en sus redes momentos compartidos en familia.
Son imágenes cotidianas que, desde el atentado, se han vuelto dolorosas para quienes las revisan. Sus más de 20 mil seguidores han estado activos, dejando mensajes como: “Estamos contigo”, “Va a salir de esta”, “Miguel es fuerte”.

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Desde la noche del sábado, la familia Uribe permanece en la Fundación Santa Fe. Los voceros han dejado claro que solo la clínica puede emitir información sobre la evolución del precandidato. Y así lo ha pedido también María Claudia: que se respete el silencio y se confíe en los comunicados médicos.
Por ahora, Colombia sigue a la espera de un nuevo parte oficial. Pero mientras tanto, el grito de María Claudia sigue dando vueltas por todo el país. No es un discurso, no es un comunicado, no es política: es el pedido de una esposa que no se rinde.