Un triste hecho se registró en Yucatán, en el que un niño de ocho años falleció camino a un hospital a causa de una falla cardiaca. Lo insólito de la historia es que, además de ser muy joven para padecer de esos problemas, la causa del infarto que lo mató fue el susto que se metió cuando era perseguido por un gallo.
El pequeño, que al principio parecía estar jugando con el ave, corrió 20 metros intentando alejarse de él hasta que se desvaneció. Su abuela, al percatarse de su estado, lo llevó de urgencias a una clínica, pero al encontrarla cerrada se dirigieron a otro al que no alcanzaron a llegar pues el menor murió de camino.
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El dato:
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Las muertes por sustos, aunque son poco frecuentes, son posibles. Como indica la Fundación de Corazón de España , un gran susto, excitación extrema o una enorme ira generan gran cantidad de sustancias de estrés en la sangre. Explican que se presentan comúnmente cuando hay catástrofes naturales, guerras e incluso en medio de los mundiales de fútbol.