Felix Tejero, un hombre de 53 años, residente en Madrid (España), aceptó el trabajo de ser Papá Noel en un centro comercial solo para que los niños, tuvieran la oportunidad de rescatar la creencia de sus padres, la de celebrar la Navidad.
Sentado en un trono en la mitad de la zona de restaurantes y cafeterías, Tejero se personifica del abuelo canoso, gordo y de largas barbas blancas, espera a que vayan llegando los menores para preguntar cuál es el regalo que anhelan y para que los padres pueden tomar una foto.
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La mejor recompensa, más allá del pago o el dinero, es la alegría, la emoción y la imaginación que proyectan los niños sobre uno de los momentos más tranquilos y festivos del año. Vale la pena recordar que en España los regalos los traen los Reyes Magos y es el 6 de enero.
Gracias a su labor este hombre ha sido testigo de las peticiones más tiernas que se puedan pedir. Al preguntarle a una niña qué quería de regalo, ella respondió: “La paz del mundo” y, otro le dijo “Yo solo pido ver a mi papá, que no pudo venir a España con nosotros y aún sigue en Colombia”.
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Aunque en su niñez no tuvo la oportunidad de recibir muchos reglos, Tejero aclaró que disfrutaba los momentos con su familia jugando en la nieve y compartiendo con sus vecinos.