
Tener la Green Card no significa tener la ciudadanía en el bolsillo. Aunque es el pase inicial para legalizarse en Estados Unidos, muchos se confían pensando que con eso ya tienen todo asegurado.
Pero la verdad es que el proceso de naturalización tiene sus trabas, y más de uno se ha llevado una sorpresa cuando le dicen que no cumple los requisitos… aun después de años como residente.
Uno de los errores más comunes es no cumplir con la llamada “residencia continua”. El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) es claro: quien quiera volverse ciudadano debe haber vivido al menos cinco años en el país antes de aplicar. Pero no es solo cuestión de tiempo calendario; también importa cómo se vive ese tiempo.
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Si una persona se fue del país por más de seis meses seguidos, ya tiene problemas. Y si la ausencia fue de un año o más, pierde la continuidad automáticamente, a menos que haya hecho un trámite previo muy específico.
Viajes largos y ausencias: el error silencioso que pone en riesgo tu ciudadanía
Para evitar perder el proceso por una ausencia extensa, existe el Formulario N-470. Suena técnico, pero básicamente es un permiso para “congelar” tu residencia si vas a estar fuera del país por una razón válida.
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No cualquiera lo puede pedir. Solo está disponible para quienes trabajen en el exterior para el gobierno estadounidense, organizaciones internacionales reconocidas o entidades religiosas. Además, deben demostrar que vivieron mínimo un año seguido dentro del país antes de salir.
Pero no se trata solo de justificar el porqué te fuiste. El USCIS también revisa la presencia física en territorio estadounidense. Y esto es distinto a la residencia. Aquí cuentan los días. Si no pasaste al menos la mitad del tiempo requerido (unos 913 días si el proceso exige cinco años), tu solicitud puede ser rechazada sin contemplaciones.
No basta con tener la intención de regresar ni con mantener cuentas o propiedades. Se necesita evidencia de que viviste ahí, que tu vida estaba anclada a ese país.
Muchos migrantes que viajan constantemente, por razones laborales o familiares, se confían y creen que con regresar de vez en cuando es suficiente. Pero el USCIS es estricto y toma en cuenta cada salida y regreso para determinar si hay un patrón que rompa la continuidad.
Y hay más. Aunque tengas Green Card, si fuiste arrestado en algún momento o violaste ciertas condiciones migratorias, eso también puede pesar en contra. Por eso es clave que antes de iniciar el trámite, verifiques tu historial y consultes si hay algo que te pueda frenar.