Juan Diego Alvira, periodista y presentador de Noticias Caracol, se encontraba haciendo un reportaje en la Plaza de Mercado de Santander, ubicada en la localidad de Antonio Nariño, Bogotá. Allí, evidenciaba el poco avance que han tenido las obras de renovación de la plaza. El informe catalogado por el periodista como un "mamut de la corrupción", demuestra que a pesar de las millonarias inversiones que ha tenido este proyecto, no ha tenido avance alguno. Varios comerciantes de la zona se han visto afectados a causa de la obra, que está quieta, provocando que sus ventas vayan en picada. "No tiene ni siquiera doliente. Las entidades del Distrito se tiran la pelota. Es lo que podríamos decir de un hipermegamamut", advirtió Juan Diego al ver que hay sectores de la obra que pueden derrumbarse y poner en riesgo a las personas del sector.Juan Diego al entrevistar a usuarios de la Plaza, se topó con una señora a la cual le alcanzó a decir: "usted es usuaria y cliente de esta plaza..." cuando de repente, la señora salió corriendo, causando asombro y risas a los presentes. La intención de Alvira con este reportaje, es demostrar la gran pérdida económica y cultural que generan estos elefantes blancos de la corrupción, que ponen en situación de peligro las vidas de las personas que visitan la Plaza de Mercado de Santander y también a los menos de 40 comerciantes que venden sus productos allí.
Además de las víctimas mortales y las centenas de heridos producto del paro nacional en Colombia, que se vive desde el pasado miércoles, en contra de un proyecto de reforma tributaria impulsado por el Gobierno, las protestas también dejan al menos cinco estatuas caídas.Los manifestantes de las ciudades de Cali (Valle del Cauca), Neiva (Huila), Manizales (Caldas) y Pasto (Nariño) tumbaron figuras de conquistadores, expresidentes y políticos durante las intensas protestas.El miércoles a las 6:00 de la mañana, indígenas de la Comunidad Misak derribaron en Cali la estatua del conquistador español y fundador de dicha ciudad, Sebastián de Belalcázar, que estaba ubicada en un mirador del oeste de la capital vallecaucana.“Tumbamos a Sebastián de Belalcázar en memoria de nuestro cacique Petecuy, quien luchó contra la corona española, para que hoy sus nietos y nietas sigamos luchando para cambiar este sistema de gobierno criminal que no respeta los derechos de la madre tierra”, aseguró hace unos días el Movimiento de Autoridades Indígenas del Sur Occidente (Aiso) a través de Twitter.Los indígenas insisten en que se retiren las imágenes de Belalcázar en todo el suroccidente del país.En septiembre del año pasado, esta comunidad hizo un “juicio histórico” contra el conquistador español acusándolo de genocidio, despojo y acaparamiento de tierras, violación masiva de mujeres y desaparición física y cultural de los pueblos indígenas.El monumento será reparado y restaurado en Palmira. Pero aún no se conoce si será reinstalado en este lugar o si será trasladado.En Neiva las intensas movilizaciones del miércoles también dejaron dos estatuas en el piso. Una fue el busto del fundador de dicha ciudad, Diego de Ospina y Medinilla, ubicada en el parque Santander.La otra estatua caída fue la del expresidente conservador Misael Pastrana (1970 – 1974), padre del también exmandatario Andrés Pastrana (1998-2002), que está ubicada en la Plaza de Banderas de la Gobernación del Huila.La imagen del exministro Rodrigo Lara Bonilla, asesinado en 1984, también sufrió algunos daños por parte de los manifestantes.Finalmente el sábado 1 de mayo, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores y el cuarto día de paro nacional, se registraron dos hechos similares en las capitales de los departamentos de Caldas y Nariño.En Manizales grupos de jóvenes echaron abajo la figura del conservador Gilberto Alzate Avendaño, uno de los individuos más populares de Colombia durante el siglo XX, situada en un sector conocido como Los Fundadores, en la avenida que lleva el mismo nombre de este político.Pasto, al suroccidente del país, fue escenario entre tanto de la caída con una soga al cuello de la estatua del prócer independentista Antonio Nariño. Luego de este acto, la plaza de Nariño quedó vacía y nadie se reivindicó el hecho que, según la prensa local, causó el rechazo casi unánime de la sociedad pastusa.Esta figura fue reinstalada en la madrugada del domingo por las autoridades locales.El presidente Iván Duque le pidió al Congreso este domingo que retire el proyecto de reforma tributaria que su Gobierno le presentó luego de las múltiples protestas.