
Amaranta Hank confiesa cuál es la peor escena que grabó: “Me dejó herida”
Alejandra Omaña, conocida como Amaranta Hank, expone las profundas vulneraciones que caracterizan al entretenimiento, revelando una experiencia de rodaje que la dejó herida.

Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Alejandra Omaña, la periodista de Cúcuta que se hizo un nombre en la industria del cine como Amaranta Hank, está hoy en una encrucijada política, aspirando al Senado de la República.
Lejos de lamentar su pasado, Amaranta lo abraza como una fuente de conocimiento invaluable, pues asegura que su "mirada de periodista nunca se acabó" incluso mientras filmaba, lo que le permitió observar "demasiadas vulneraciones a actrices" y "modelos web".
En una reveladora entrevista en El Klub de La Kalle, compartió una experiencia que ilustra la precariedad y el riesgo de un sector a menudo romantizado.
Amaranta desveló la que considera que fue la peor escena que hizo en la vida, una filmación que la dejó con una profunda herida física y emocional.
Aquella ocasión, que inicialmente se concebía como la materialización de una fantasía personal – "Estar con dos hombres negros así divinos Afro" – se transformó en una pesadilla.
Describió un set improvisado, con un "sofá desarmado" cubierto por mantas que, peligrosamente, ocultaban resortes.
Publicidad
Las condiciones eran tan incómodas y la "exigencia física fue demasiada" que, al finalizar, salieron todos maltratados y heridos. Para Amaranta, el daño fue particularmente severo:
"Salí con una herida de allí, una herida física en mi genitales que me costó mucho tiempo recuperarme".
Publicidad
La experiencia fue "bastante espantosa como muy traumática", y la dejó con la frustración de querer "meterle un puño en la cara" al productor de aquel rodaje si lo volviera a encontrar.
Este doloroso recuerdo no es un caso aislado, sino un reflejo de las condiciones en una industria donde, según observó, los actores a veces "tenían que recurrir a inyectarse todo el tiempo" para mantener la erección durante extenuantes jornadas.
La "mirada de periodista" de Amaranta le permitió identificar una serie de abusos sistemáticos: "Explotación laboral, jornadas de muchas horas de trabajo en las que no les permitían descansar y exigencias físicas demasiado fuertes en prácticas".
Mencionó haber presenciado como algunas compañeras "las hacían drogarse para poder aguantar unas escenas que eran demasiado fuertes", y la negativa a realizar tales actos llevaba a que fueran "vetadas de la industria".
Amaranta Hank ofreció un conjunto de recomendaciones claras y vitales para las jóvenes que contemplan entrar a la industria del entretenimiento para adultos.
Su primer y más contundente consejo es que deben estar "completamente seguras de querer hacerlo", pues el contenido que una vez se sube a internet es "muy difícil de eliminar" y "persigue a uno toda la vida".
Publicidad
Reconociendo que en un país con tanta desigualdad como Colombi", donde el acceso a la educación y a un trabajo digno es difícil, esta actividad se convierte en una opción que surge para muchas personas.
Sin embargo, insiste en que, si se toma la decisión, debe hacerse con garantías y pleno conocimiento de lo que se encontrarán.
Publicidad
Su segunda recomendación clave es buscar la independencia en su trabajo. Aunque aclara que no quiere generalizar, advierte que "la gran mayoría" de estudios, productoras y agencias tienen muy malas prácticas.
La mejor manera, sugiere, es hacerlo solas en casa grabándose o reuniéndose con otras compañeras, para luego subirlo en la internet directamente y monetizar exclusivamente para ellas.
Su mensaje es claro: proteger a las mujeres informándolas y empoderándolas en un sector que la Corte Constitucional ha ordenado regular, y por cuya dignificación Amaranta Hank ahora lucha desde el ámbito político.
Mira la entrevista completa aquí: