
Víctor Manuel, hoy reconocido como Yo Me Llamo Vicente Fernández, no siempre fue aplaudido en el escenario. El joven de 22 años, que este 1 de julio de 2025 se llevó el premio mayor de la décima temporada del reality, no olvidará su primer intento. En 2021 ya se había presentado al concurso, pero esa vez la historia fue otra: no pasó la audición y, para muchos, fue uno de los momentos más vergonzosos de esa temporada.
En aquella presentación inicial, Amparo Grisales fue tajante: “A ver… no tienes las características de Vicente Fernández, no tienes la presentación, el bostezo… por ningún lado está Vicente. Para mí, no te llamas”, le dijo sin filtro. César Escola fue igual de directo: “Te toca prepararte mucho más. Muchas gracias”. Víctor se retiró en silencio, sin poder mostrar lo que tenía.
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Sin embargo, no se dio por vencido. Cuatro años después, regresó completamente transformado. Esta vez, su presencia en el escenario era otra: más confianza, mayor dominio de la voz ranchera, y un parecido físico que logró puliendo hasta el mínimo detalle. Incluso se quitó los brackets durante el programa para acercarse más a la imagen del “Charro de Huentitán”.

La emotiva semifinal y el nacimiento de su hija marcaron su camino
Víctor no solo logró conquistar al jurado y al público; también emocionó al país con su historia familiar. Es hijo de Nathaly Peláez y Víctor Serna. Durante la semifinal del concurso, tuvo la oportunidad de reencontrarse con su papá en televisión nacional. Fue allí donde, por primera vez, su padre le dijo que lo amaba, desatando lágrimas en el joven artista.
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Ese no fue el único momento emotivo. Mientras avanzaba en el reality, Víctor se convirtió en padre por primera vez. Su hija nació en plena competencia y se convirtió en su mayor motor. Su pareja lo apoyó desde casa y lo impulsó a dar lo mejor en cada gala.
Su talento también fue recompensado semana tras semana. Además de los 500 millones que ganó en la gran final, acumuló 28 millones en las galas anteriores, sumando un total de 528 millones de pesos. Cuando le preguntaron en qué pensaba invertir ese dinero, respondió sin rodeos: quería saldar deudas, comprar una casa y asegurar el futuro de su hija.
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La gran final fue el broche de oro. Luego de ser anunciado como el ganador, rompió en llanto, fue abrazado por sus compañeros y ovacionado por Amparo, César y Rey Ruiz. Cerró su participación interpretando “La Ley del Monte”, mientras el público lo celebraba a todo pulmón.