La televisión colombiana se cubrió de luto el 1 de diciembre de 2024, cuando la noticia del fallecimiento de Sandra Reyes impactó al público.
Recordada por roles imborrables como la Doctora Paula en Pedro el escamoso y, más recientemente, por interpretar a Aracely en la producción Rigo, la actriz enfrentó una extenuante lucha contra el cáncer de seno.
A pesar de su popularidad, Reyes eligió mantener su vida privada alejada del escrutinio público, por lo que su partida fue una sorpresa para muchos.
Ahora, casi once meses después de su deceso, y en el contexto de una conmemoración dedicada a la prevención y lucha contra el cáncer de mama, su único hijo, Gerónimo Parada Reyes, compartió detalles íntimos de la mujer y madre que fue, y cómo se desarrolló el proceso de su último adiós.
El homenaje, que contó con la presencia de colegas como María Eugenia Penagos, Jairo Soto y María Cristina Galindo, sirvió para exaltar tanto el legado artístico como el humano de la actriz, cuyo espíritu y creencias marcaron profundamente sus últimos años.
Durante sus últimos años de vida, la actriz compartió una existencia tranquila junto a su hijo Gerónimo en una finca ubicada en Ubaté, Cundinamarca.
Gerónimo Parada reveló a La Red de Caracol Tv, que los recuerdos que atesora de su madre están intrínsecamente ligados al amor.
Ella fue, según sus palabras, una "persona fantástica" cuya intención constante era transmitir el mensaje de "estar en amor, estar en paz con uno mismo".
Esta filosofía se mantuvo incluso cuando la enfermedad avanzaba, pues su madre optó por no someterse a tratamientos médicos convencionales. De hecho, el último deseo de la actriz fue ser velada en ese entorno natural en Ubaté que tanto amaba.
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El joven confesó que los días finales de su madre fueron de una dualidad emocional. Por un lado, fueron "muy complicados para todos" debido a la naturaleza de la enfermedad. Sin embargo, destacó que, "ante todo fue muy tranquilo".
Lo que marcó la diferencia en ese doloroso proceso fue la oportunidad de la comunicación y el afecto incondicional.
"Nos pudimos decir todo lo que nos queríamos decir, tuvimos tiempo de hablar, de amarnos y de abrazarnos mucho", relató Gerónimo. Esta oportunidad de cierre y conexión hizo que Gerónimo describiera ese último adiós como "algo diría que hasta bonito".
El amor que Sandra Reyes transmitió en vida no se detuvo con su fallecimiento. Para su hijo, la actriz no desapareció; por el contrario, su presencia se siente de manera constante. Gerónimo enfatizó la frase que resume su conexión actual con su madre: “vive conmigo en cada instante”.
Esta conexión se materializa en sus acciones diarias, pues “muchas de las cosas de las que yo hago son pensando en ella”.
Además, el joven mantiene una comunicación activa con su madre, a quien le cuenta en voz alta "todo lo que me pasa". En respuesta, siente que ella le brinda "mucho consejo en muchas cosas que necesito".
Esta guía no solo es espiritual, sino que también se manifiesta en sus sueños, convirtiendo a Sandra Reyes en un "foco que tengo".
Finalmente, Gerónimo Parada compartió la poderosa consigna que su madre le dejó como testamento de vida. El último consejo que recibió de Sandra Reyes fue simple, pero lleno de la fuerza y serenidad con la que ella enfrentó la enfermedad: “Las últimas palabras que más me dijo fue sonríe, sonreír a la vida”.
El joven aseguró que este será el pilar sobre el cual construirá su futuro, prometiendo que vivirá "así cada momento de mi vida y siendo mejor".