Dicen que lo único seguro que tenemos en la vida es la muerte, sin embargo los seres humanos 'ordinarios' poco solemos planear para el día que nos llegue la hora. Lo cual tiene muy poco que ver con el caso de la Reina Isabel de Inglaterra a quien ya le tienen diseñado todo un plan de acción para el día que se deba dar a conocer su muerte.
En el plan "Operación London Bridge", el cual se ha venido construyendo desde el año 1960, hay poco espacio para la improvisación. En este 'manual', esta descrito de manera detallada cómo deberán proceder cada una de las entidades relacionadas con la reina.
Para empezar, en el momento en el que por 'x ó y' motivo el corazón de la reina deje de latir, su secretario privado deberá informar el suceso al primer ministro, al igual que la Oficina del Consejo Privado. De ahí en adelante, el paso a seguir es llevar a cabo una ráfaga de llamadas a varios ministros y funcionarios gubernamentales de alto rango.
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Adicionalmente, para ese día se tiene preparado algo así como una especie de guiones, en los cuales se señalan las frases precisas que deberán usarse en correos, llamadas y discursos, para dar a conocer que la reina ha fallecido.
El día del deceso de la reina será denominado como el 'Día D' , ese día los ciudadanos se enterarán de la noticia a través de un comunicado oficial y un cartel que se pondrá en las puertas del Palacio. Luego se hará un minuto de silencio y las banderas ondearan a media asta.
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Respecto a los medios de comunicación, es preciso señalar que ya están seleccionados una serie de canales oficiales que serán los encargados de trasmitir una serie de películas y documentales que se han venido preparando con antelación.
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Finalmente, diez días después se llevara el funeral de su majestad, luego de una procesión desde el Palacio de Buckingham hasta el Palacio de Westminster, que se realizará 5 días después del 'Día D'
Cabe resaltar que La reina Isabel, este año cumplió 95 años, de los cuales 70 se ha mantenido en el trono. En caso de faltar, sería el príncipe Carlos quien ahora se posicionaría como rey, y tendría toda la libertad de escoger cómo le gustaría ser llamado aunque, lo ideal sería Rey Carlos III.
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