
A veces, el dolor más profundo es el que inspira la mejor obra. Eso fue lo que ocurrió con Chao Lola, una canción emblemática de Juan Fernando Velasco que, más de veinte años después de su estreno, sigue tocando fibras.
En su reciente entrevista con La Kalle 96.9 FM, el cantautor ecuatoriano abrió el corazón y relató —por primera vez en detalle— la historia real que lo llevó a componer ese tema.
Te puede interesar
“Sí, Lola existió”, comenzó, con una sinceridad que desarmó a los presentadores. “Estábamos juntos, enamorados, pero en ese momento yo no supe valorar lo que tenía. Terminamos porque, tal vez, el éxito me tenía confundido”, admitió.
Y es que Chao Lola nació en un momento muy particular: Velasco recién iniciaba su carrera como solista después de haber integrado el dúo Tercer Mundo, y estaba en pleno ascenso dentro de la escena latinoamericana.
Pero lo que siguió fue más devastador. “Un mes y medio después de la ruptura, la llamé para decirle que la extrañaba, que quería volver. Y ahí me soltó la bomba: ‘Estoy con alguien más’. Y ese alguien era mi mejor amigo”, confesó.

El relato no es solo una anécdota romántica, sino un retrato de la traición que marcó profundamente al artista. “Sufrimos mucho los tres, las regalías compensan ese dolor", comentó para El Klub.
Publicidad
Pese a la tragedia emocional, Velasco transformó ese dolor en música. Grabó una maqueta improvisada, que tituló irónicamente Chao Lola. “La grabé en el estudio, ni siquiera tenía letra completa. Solo sabía que tenía que despedirme. Me salió del alma”.
Chao Lola se convirtió en uno de los temas más queridos de su discografía. El público la abrazó como un himno del desamor. “Esa canción ayudó a muchas personas a cerrar ciclos, a decir adiós aunque duela”, comentó Velasco.
Te puede interesar
Publicidad
Sin embargo, la historia tuvo un giro inesperado. “Después de eso, nos reconciliamos. Estuvimos juntos 15 años. Nos casamos. Pero el recuerdo quedó”. Hoy, ambos mantienen una buena relación. “Somos grandes amigos. Pero fue una historia que nos marcó a todos”.
En Ecuador y varios países de Latinoamérica, Chao Lola se convirtió en símbolo de ese momento universal: el dolor de un amor traicionado, la rabia contenida, el perdón que llega —si llega— con el tiempo.
Velasco bromeó al final de la entrevista: “Al menos de los tres, el único que recibe regalías soy yo”. Pero más allá de la broma, lo que queda es una verdad poderosa: a veces, el arte más honesto nace del sufrimiento más profundo.
Mira la entrevista completa aquí: