La depresión junto a sus patologías amigas, relacionadas con la salud mental, es sin duda uno de los males que más aqueja a todos en pleno siglo XXI. ¡Sí! aunque tu no lo creas, todos podemos sufrir o hemos sufrido en algún momento de ésta enfermedad que te abraza de manera silenciosa y parece nunca soltarte.
La depresión es camaleónica, no necesariamente quien llore constantemente o se vea con cara triste es quien la tiene. A veces, ella sabe ocultarse muy bien detrás de una sonrisa, una bajada brusca de peso o hacerse pasar por pereza, tras esa falta de motivación para hacer las cosas.
¡Ojo! Si llegas a notar alguno de estos cambios repentinos en alguien cercano , no siempre hay que esperar a que esa persona pida ayuda; a veces quien tiene alojada en su vida la depresión ni siquiera lo sabe, o simplemente no lo expresa por temor a ser juzgado.
Es por eso que el profesional en psicología Raúl Padilla, compartió con la revista española 'Cosmopolitan' una serie de consejos que pueden ser de gran utilidad a la hora que quieras darle una mano a alguien que creas que está sufriendo por esta razón.
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Una herramienta fundamental para empezar la misión e s la comunicación. Hazle saber respetuosamente a esa persona que has estado notando sus cambios , cuéntale que la aprecias y que por ende quisieras saber si le pasa algo.
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Por otra parte, Raul recomienda que evitemos emitir juicios. L a mejor manera de mostrar tu incondicionalidad es escuchando y procurando dar consejos que no han sido pedidos. Según lo expresa el profesional, hay personas que sólo quieren ser escuchadas.
Si cuentas con la suerte de que esa persona se 'abra' contigo y te cuente cómo se siente, agradécele por la confianza depositada en ti.
De acuerdo con lo dicho por el psicólogo, todos los seres humanos contamos con una red de apoyo, ya sea conformada por amigos o familia. En este caso, acudir a ella, y compartirles lo que está pasando puede ser de gran ayuda para que ellos también se sumen a la misión.
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El profesional también recomienda, inv itar a la persona en cuestión a dar un paseo y tomar el sol; puede ser caminando. Esto le ayudará a despejar su mente.
Por último, hazle saber a esa persona que no tiene que afrontar su tristeza sola. Que puede acudir a ayuda profesional, que le permita saber de donde viene lo que tiene.