A medida que se acerca Halloween , la festividad que millones de personas celebran con disfraces y dulces, surgen nuevamente voces que cuestionan su trasfondo.
Wilson López, quien afirma haber sido parte de grupos de satanismo en el pasado, advierte que esta festividad podría tener un trasfondo oscuro que muchas personas desconocen.
En una reciente entrevista, López explicó que los disfraces y prácticas actuales tienen un origen que se remonta a rituales celtas, lo cual, según él, mantiene una conexión con prácticas de culto.
López señaló que los celtas celebraban el Samhain, una festividad que marcaba el final de la cosecha y el inicio del invierno. “Los celtas creían que esa noche los espíritus regresaban y usaban máscaras para evitar ser reconocidos por ellos”, explicó.
Publicidad
Aunque en la época medieval esta creencia fue reformulada, Halloween se popularizó como una fiesta donde la gente se disfraza para pedir dulces. Sin embargo, López asegura que esta práctica ha conservado elementos de su origen pagano, convirtiéndose en una especie de ritual moderno.
Según López, pedir dulces disfrazado es un acto que recuerda las ofrendas y sacrificios de antaño. “A los niños los pintamos, les ponemos máscaras y los llevamos a pedir en las casas, tal como los celtas ofrecían sacrificios para apaciguar a los espíritus”, advirtió.
Publicidad
En su opinión, Halloween invita a las personas a participar en prácticas que, aunque aparentemente inofensivas, podrían tener implicaciones espirituales.
Para algunos, estas advertencias son solo exageraciones de un pasado que ya no tiene peso en el contexto actual, donde Halloween es visto como una celebración comercial y cultural. Sin embargo, López insiste en que esta festividad sigue siendo, para ciertos grupos, una fecha de gran importancia que involucra rituales específicos.
A pesar de las diferencias de interpretación, la festividad sigue atrayendo tanto a creyentes como a escépticos. Mientras unos la ven como una oportunidad para el entretenimiento, otros, como López, la consideran una actividad con un trasfondo peligroso.
Leyendas urbanas de Monserrate, Transmilenio, La Candelaria y más lugares de Bogotá
Publicidad