Las alteraciones g enéticas se manifiestan en prácticamente todos los seres vivos, dando lugar a una amplia diversidad en sus características. A pesar de su aparición espontánea y su ocurrencia frecuente, asombran por completo a aquellos que se topan con casos excepcionales, como el de un diminuto polluelo.
A pesar de que algunas de estas modificaciones pueden desencadenar enfermedades o d esórdenes genéticos, este pequeño ser se desenvuelve con total normalidad al caminar y alimentarse, lo que sugiere que, por el momento, no parece afectarle. Su suerte está ligada a la solidaridad de la familia que lo halló, la cual lo acogió y protegió en el resguardo de una caja.
La familia Páez Vargas fue la afortunada en descubrir al pequeño protagonista de esta historia . Su hallazgo dejó perplejos a todos, ya que lo común es que estos seres nazcan con un par de extremidades menos. Este inusual encuentro tuvo lugar en la oscuridad de la noche del sábado 23 de septiembre, en Argentina.
El resto de su anatomía se desarrolló de manera completamente convencional y en perfecta consonancia con su especie . Sin embargo, lo asombroso reside en la peculiaridad de sus patas traseras, las cuales brotaron de una forma que desafía la lógica.
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Estas extremidades sobresalen de manera inusual, impidiéndole al pequeño ser apoyarlas en el suelo y, en consecuencia, volviéndolas completamente inservibles. Son, en cierto sentido, un exceso que lo distingue.
Además, se cree que le molestan por la ubicación: no le permiten movilizarse correctamente.
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